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El Telégrafo
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Rusia, Irán y Turquía acordarán delimitar cuatro “zonas de distensión”

1.400 familias sirias abandonarían Damasco

Los combatientes de la oposición siria y sus familias se reúnen en un punto de parada en el barrio Barzeh.
Los combatientes de la oposición siria y sus familias se reúnen en un punto de parada en el barrio Barzeh.
Foto: AFP
09 de mayo de 2017 - 00:00 - Agencia AFP

Rebeldes sirios y sus familias fueron evacuados ayer por primera vez - desde que comenzó la guerra en  2011- de un distrito de Damasco, dándole así la posibilidad al régimen de afianzarse en la capital, un objetivo clave para él.

El pacto para evacuar Barzé es similar a otros acuerdos alcanzados para otros territorios en manos de los rebeldes, que permiten que los combatientes abandonen de forma segura esas áreas a cambio de la rendición. “Hombres armados y algunos familiares empezaron a abandonar Barzé en 40 autobuses en dirección al norte de Siria”, afirmó la cadena estatal.

La televisión añadió que la evacuación duraría cinco días, pero que los combatientes rebeldes que elijan quedarse podrán hacerlo si se registran ante el gobierno.

El canal no precisó cuántas personas serán evacuadas pero, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), entre 1.400 y 1.500 combatientes y sus familias podrían abandonar la capital para instalarse en Idlib, provincia del noroeste en manos de los rebeldes y los yihadistas.

Según el gobernador de la ciudad de Damasco, citado por la televisión, 1.022 personas, entre ellas 568 combatientes y sus familias, ya abandonaron la capital.

El acuerdo de evacuación de Barzé, barrio en el que vivían 48.000 personas antes de la guerra, se cerró el domingo en la noche y decenas de habitantes aguardaban desde primera hora de la mañana para poder salir de la ciudad.

Un fotógrafo vio a combatientes rebeldes portando armas ligeras, mientras niños y mujeres con coloridos pañuelos arrastraban viejas maletas y bolsas de lona. Una fuente de las Fuerzas de Defensa Nacional, progubernamentales, afirmó que se permitiría a los rebeldes llevar consigo sus “armas personales”.

Se llevan a cabo negociaciones similares para el distrito de Qabun, en el noreste de Damasco, bombardeado intensamente por las fuerzas leales al presidente Bashar al Asad desde hace semanas.

Las zonas de ‘distensión’

El gobierno de Al Asad controla la capital, excepto 6 distritos, Barzé, Qabun, Jobar, Thishrin, Tadmun y el campamento de Yarmuk. Se trata de la primera evacuación de la capital, aunque el acuerdo de Barzé sigue un modelo de “pactos de reconciliación” que ya se han aplicado por el país.

El gobierno defiende que estos acuerdos son la mejor manera de terminar con seis años de conflicto, que comenzó en marzo de 2011 y que ha terminado con la vida de más de 320.000 personas.

Sin embargo, la oposición asegura que se ve forzada a firmar estos acuerdos por la presión que el gobierno ejerce con sus tácticas de asedio y bombardeos.

La evacuación de ayer empezó días después de que Rusia, Irán y Turquía acordaran delimitar cuatro “zonas de distensión”, que no incluyen Damasco, y en donde deberán cesar los enfrentamientos, incluidos los bombardeos aéreos, durante seis meses.

Entró en vigor en la medianoche del viernes, pero los socios firmantes tienen hasta el 4 de junio para entregar los mapas con la demarcación de las zonas.

El ministro de Relaciones Exteriores, Walid Muallem, rechazó ayer que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) o fuerzas extranjeras actúen como observadores en esas zonas, aunque, matizó, la policía militar podría tener algún papel, aunque no precisó si se refería a unidades sirias o extranjeras.

El pacto excluye al grupo yihadista Estado Islámico (EI), ausente en la mayor parte de las áreas delimitadas, y al Frente Fateh Al Sham, antigua rama siria de Al Qaeda, muy presente en la provincia de Idlib.

Rusia anunció ayer haber presentado un proyecto de resolución sobre esas “zonas de distensión” ante el Consejo de Seguridad de la ONU. Según la agencia de prensa rusa Interfax, que cita a una fuente de las Naciones Unidas, “podría haber un voto (sobre ese proyecto) esta semana”.

Estados Unidos, por su parte, examina atentamente el proyecto ruso para saber si es viable, indicó ayer el secretario de Defensa estadounidense, Jim Mattis.
Tillerson y Lavrov se reunirán mañana en Washington

El secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, se reunirá mañana con el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov, en Washington, para discutir asuntos como el conflicto en Ucrania y cómo terminar con la guerra en Siria.

El Departamento de Estado anunció que en cuanto a Siria, se informó que Tillerson “pretende discutir esfuerzos para disminuir la violencia, brindar asistencia humanitaria a los sirios y sentar las bases para un acuerdo político del conflicto”. Rusia es un aliado clave para el presidente sirio, Bashar al Asad. (I)

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