1’300.000 árabes-israelíes van a las urnas con esperanzas de cambio

1’300.000 árabes-israelíes (ciudadanos del Estado de Israel de lengua materna árabe) acudirán hoy a las urnas a las elecciones legislativas  en donde un total de 6 millones de israelíes decidirán si quieren seguir con Benjamín Netanyahu como primer ministro o si prefieren un cambio y votar por la Unión Sionista. Esta última, dirigida por Isaac Herzog, lidera la intención de votos -según los sondeos- y podría obtener entre 25 a 26 bancadas en el Parlamento, frente a las 21 ó 22  que ganaría el Likud de Netanyahu.

Para los palestinos, que conforman el 20% de la población de Israel, esta es la primera vez en la historia que los partidos árabes-israelíes concurrirán a los comicios con una lista única a la que los sondeos otorgan 13 bancas, con lo que serían la tercera fuerza más votada; aunque no representa mucha fortaleza parlamentaria, podrán hacer más propuestas en beneficio al Estado palestino que podrían ser tomadas en cuenta a futuro, detalló la directora de la Oficina de la comunidad Palestina en Ecuador, Mariam E. Touma Abuhayar.

La funcionaria, radicada en Guayaquil, destacó el actual contrapeso que tendrá el laborista Herzog, quien ha recibido el apoyo de los dirigentes de la lista única, que después de varios años se han aliado para concluir con un ciclo de guerra contra Netanyahu, quien abiertamente  descartó la creación de un Estado palestino si es reelegido en los comicios de hoy, justificando que, con una medida así, los territorios podrían caer en manos de radicales islamitas.

En 1947 las Naciones Unidas aprobaron la partición de Palestina en dos Estados, uno judío y otro árabe. El 14 de mayo de 1948, el Estado de Israel declaró su independencia, lo cual fue seguido por la guerra con los vecinos Estados árabes que se negaron a aceptar el plan de la ONU. Las sucesivas victorias en una serie de guerras posteriores confirmaron su independencia y ampliaron las fronteras del Estado judío más allá de lo dispuesto en el Plan de Partición de las Naciones Unidas. Desde entonces, Israel ha estado en conflicto con sus vecinos árabes palestinos, incluso ha emprendido varias operaciones bélicas contra el territorio de la Franja de Gaza, dejando un saldo mortal de víctimas y cuantiosos daños.

“Las elecciones son una esperanza de que este sea el primer paso para que se solucione la guerra contra el Estado palestino. Pero mientras Israel siga imponiendo leyes y creando asentamientos en territorio que le pertenece a Palestina, vemos  lejana la solución pacífica del conflicto”, opinó Touma. Según  la funcionaria, con esta alianza, los árabes-israelíes conseguirían avanzar hasta 15 escaños (5 más de los que posee en la actualidad).

Por su parte, Yehuda Avivi, jefe adjunto de Misión y Primer Secretario de la embajada de Israel en Ecuador, destacó que estas elecciones son una celebración que refuerza la democracia de su país, y así lo confirma la participación de 26 partidos políticos, de los cuales los que obtengan el 4% crearán el parlamento que fortalecerá los desafíos externos e internos de Israel.

“En Israel se respeta la democracia y la participación igualitaria de  los que deseen contribuir, siempre y cuando defiendan los principios básicos de soberanía”, se refirió a la lista única árabe-israelí.

En el sistema israelí no es necesariamente el líder del partido más votado quien está llamado a formar gobierno, sino el que, entre los 120 consiga las 61 bancas que se necesitan para controlar el Parlamento,  aliándose con partidos menores.
De acuerdo a una publicación de la AFP,  en la  mañana ya debería conocerse una idea bastante precisa de cómo estará compuesta la vigésima Kneset, el Parlamento israelí. Los resultados oficiales definitivos se esperan para el jueves.