Una comisión de expertos nombrada por el presidente interino, Adli Mansur, empezó ayer a estudiar la reforma de la Constitución de Egipto, suspendida tras el derrocamiento del presidente Mohamed Mursi, cuyos partidarios convocaron nuevas manifestaciones.

La actual Carta Magna fue redactada por una Asamblea Constituyente dominada por los islamistas y cuyos trabajos fueron boicoteados por la oposición, que la consideró sesgada y al servicio de los Hermanos Musulmanes, agrupación de Mursi.

Por otro lado, dos soldados y un policía egipcios murieron ayer en tres ataques distintos en la ciudad de Al Arich, en la península de Sinaí, indicaron fuentes de las fuerzas de seguridad y médicas.