La jefa del Gobierno alemán, Angela Merkel, conquistó una rotunda victoria en las elecciones legislativas de ayer, que le suponen un tercer mandato de cuatro años más al frente de la primera economía de Europa.

A sus 59 años, la canciller alemana confirmó que es “la mujer más poderosa del mundo”, al permitir a su partido conservador lograr su resultado más elevado desde la Reunificación del país en 1990, con 42,5% de los votos, un alza de casi 9 puntos con relación a la última elección de 2009, según las proyecciones difundidas por la cadena pública ZDF.

Merkel, quien  gobierna Alemania desde 2005, saludó el “superresultado” de su partido, la Unión Demócrata Cristiano (CDU), en las legislativas alemanas y prometió “cuatro nuevos años de éxito”.

Con los resultados la CDU obtuvo  304 de 606 escaños, una mayoría absoluta con la que Merkel podría gobernar sola, sin tener que aliarse con la oposición socialdemócrata (SPD). Pero su actual aliado, el partido liberal FDP, fracasó en su intento de alcanzar el 5% necesario para tener diputados en el Parlamento, por primera vez en la historia de Alemania, al lograr aproximadamente 4,5%.
Hija de un pastor protestante, casada dos veces y sin hijos, Merkel demostró, al obtener esta histórica victoria, que sigue siendo sumamente popular en su país.

Después de ocho años al timón de la nación considerada el motor de Europa, y tres liderando la búsqueda de una salida a la crisis en la eurozona, Merkel se muestra preparada para dirigir su país otra vez más, sin que su imagen haya dado muestras de sufrir el desgaste del poder y las embestidas de la crisis económica mundial. La líder conservadora es llamada a veces la “canciller de hierro”, por su férrea defensa de las políticas de austeridad.

Los comicios se realizaron con normalidad desde las  06:00 GMT hasta las 16:00 GMT y   casi 62 millones de alemanes fueron llamados a votar.