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7 ciudades de Estados Unidos están en quiebra y buscan un acuerdo de salvataje
La mala gestión de las administraciones locales, las pésimas inversiones y la crisis inmobiliaria pasan factura a 7 ciudades de Estados Unidos que amenazan con revivir el fantasma de la quiebra. Al igual que ocurrió con Detroit en 2013, con una deuda de $ 247 millones, ahora es Atlantic City la que está al borde de la bancarrota, motivo por el que los legisladores de Nueva Jersey acordaron un plan de salvataje que evite que la ciudad -famosa por sus casinos- entre en cesación de pagos.
El acuerdo es un compromiso entre los partidos demócrata y republicano y propone finalizar un bloqueo que la asfixiaría. Este proyecto -que aún debe ser aprobado por los plenos de ambas cámaras legislativas- otorga a la ciudad un plazo de 150 días para presentar un presupuesto equilibrado para los próximos 5 años a partir de 2017.
El colapso financiero de Atlantic City comenzó con el denominado ‘septiembre negro’ que dejó sin empleo a 6.000 personas: el 2 de septiembre de 2014 se cerró El Revel, un megaproyecto de hotel y casino inaugurado hace apenas 2 años, en el que se invirtieron $ 2.400 millones y que fue cerrado por la ausencia de clientes. Le siguió el 16 de septiembre el cese del Trump Plaza, otro emblemático hotel y casino de la franquicia del candidato republicano Donald Trump.
A finales de 1978 y para darle una alternativa a Las Vegas, Atlantic City fue conocida como la capital del juego en la costa noreste de EE.UU. Sin embargo, luego de que los estados vecinos, como Nueva York, Pensilvania y Maryland, relajaron sus leyes sobre el juego el mercado se saturó.
Una publicación del diario El País de España indica que en la década del 90 en este lugar había 50.000 empleados en los casinos. En la actualidad son la mitad, un retroceso 3 veces superior al de cualquier otro sector del Estado.
Según datos del Center for Gaming Research, desde 2006 los casinos de Atlantic City redujeron sus ingresos un 50%. Los ingresos totales de los casinos de Nueva Jersey el año pasado eran de $ 2.900 millones (en 2006 fueron $ 5.200 millones).
El director del Center for Gaming Research de la Universidad de Nevada Las Vegas, David G. Schwartz, considera que los motivos de la depresión son dos: el primero es la saturación de casinos comerciales en el país a lo que se le suma el juego online, y el otro es que la ciudad fue incapaz de conformar una oferta más amplia para los turistas.
Richard McGowan, profesor de economía de la Universidad de Boston y experto en la industria del juego, explica que “la gran lección es que no se puede depender solo del juego. En Las Vegas, por ejemplo, el 50% de sus ingresos procede del juego, el resto es por los espectáculos, las tiendas y los restaurantes”.
El plan de salvataje
El presidente demócrata de la Asamblea del estado de Nueva Jersey, Vincent Prieto, así como su homólogo del Senado, Stephen Sweeney, tuitearon un mensaje indicando que se había llegado a un acuerdo en la Comisión de Legislación de la Asamblea de Nueva Jersey. Esta decisión es un desaire al gobernador y exaspirante presidencial republicano, Chris Christie, que apoya la candidatura de Donald Trump, ya que era partidario de una línea dura y se negaba a transigir.
Chris Christie anunció el 26 de enero que Nueva Jersey tomó temporalmente el control de las finanzas de Atlantic City. La medida debía permitir a la ciudad, al borde del impago, restablecerse financieramente. Y su postura no cambió, durante una entrevista en marzo el funcionario aseguró que no cederá: “Hay centenas de millones de dólares de deuda que deben ser renegociados con los prestamistas, pero debemos también renegociar con los sindicatos de funcionarios”.
En ese período fue respaldado por el alcalde de Atlantic City , Don Guardian, pero cambió de opinión al revisar el proyecto de acuerdo, el cual preveía que la administración de Christie pudiese vender activos de la ciudad y terminar las convenciones colectivas firmadas con los sindicatos de empleados municipales.
Don Guardian cuenta con el apoyo de Vincent Prieto, quien deberá fijar una fecha para revisar el plan de acción luego de que este ya fuera validado por el Senado.
Siete ciudades en quiebra
Aunque la ciudad de Detroit es catalogada como la bancarrota municipal más alta de la historia estadounidense, no es la única en quiebra en el país. Siete ciudades o condados se han acogido a este procedimiento desde 2011.
Central Falls, Jefferson County, Harrisburg, San Bernardino, Stockton, Mammonth Lake, Boise County también pasan por el proceso de reestructuración de pasivos.
La quiebra federal o capítulo 9 en Estados Unidos es un proceso legal que permite que una persona (física o jurídica) que no pueda afrontar sus obligaciones de pago se descargue de la responsabilidad de afrontar alguna de ellas.
Las leyes federales permiten a los gobiernos locales declararse en bancarrota siempre que las leyes del estado lo permitan.
Cada estado impone sus limitaciones y cuantifica el criterio por el que los municipios pueden acogerse. (I)
Los pro y contras de la declaratoria
Wayne H. Winegarden, experto del Pacific Research Institute, detalla que la declaración de quiebra de un municipio ofrece cierto espacio para respirar y crear una oportunidad para establecer un plan financiero que sea justo para los acreedores de la municipalidad, así como un alivio suficiente para el municipio de tal manera que el presupuesto vuelva a ser sostenible. Sin embargo, mientras los municipios cuentan con la posibilidad de acogerse al Capítulo 9 de la Ley de Bancarrota estadounidense, los gobiernos estatales carecen de dicha posibilidad.
“Hablar de una quiebra es radical, pero considerar que varios estados afrontan la insolvencia sin un plan de contingencia también lo es”, indica Richard Dye, economista de la Universidad de Instituto de Gobierno y Asuntos Públicos de Illinois (IGPA, por sus siglas en inglés).
En los últimos años, los déficits presupuestarios de muchos de sus estados siguen aumentando. Un análisis de la agencia Associated Press muestra que al menos 22 estados, de los 50 que componen el país, proyectan un déficit.
Robin Prunty, director de servicios de rating de Standard & Poor’s, explica que los ratings de la deuda estatal son más dispares que hace cinco años con aquellos gobiernos con peor calificación teniendo muchos problemas para lidiar con sus obligaciones, especialmente en pensiones.
Esta incertidumbre que imita al escenario vivido durante la última recesión de Detroit despierta cierta ansiedad ante la caída de los ingresos fiscales y recortes en educación, servicios sociales entre los estadounidenses.
En el caso de Detroit su economía cayó tras nefastas gestiones de alcaldes, a lo que se sumó la crisis financiera de 2008 y terminó por condenarse a la suspensión de pagos a una ciudad que fue el símbolo del poder industrial estadounidense con sus imponentes y majestuosos edificios.
Sin embargo, hay otros factores que causaron su quiebra y que son importantes mencionar; el más influyente es que su población se redujo un 60% y desde la década del 50 algunas ciudades se convirtieron prácticamente en pueblos fantasma.
A la caída de contribuyentes y de ingresos se le sumó el desempleo; la salida de negocios y empresas provocó que a las arcas de la ciudad no pueda ingresar lo suficiente para mantener sus compromisos y los gastos de servicios públicos.
En los últimos años, al igual que Detroit, otras ciudades se han visto obligadas a suspender pagos y someterse a una reestructuración, incluyendo quitas a acreedores y pensionistas. Estas medidas esperan aliviar su economía para superar la crisis. (I)