“Bienvenido al club, Klose. Imagino tu felicidad. ¡Qué bonita Copa!”, dijo en las redes sociales el brasileño Ronaldo, quien colgó parte del mensaje en portugués, inglés y alemán. Las declaraciones del exfutbolista fueron realizadas el sábado pasado luego de que el delantero alemán marcó el gol de la igualdad (2-2) en el duelo ante Ghana, con lo que sumó la misma cantidad (15) que el ‘fenómeno’ en Copas del Mundo. Ronaldo, de 37 años, había comentado en tono jocoso -antes del Mundial- que iba a animar para que el atacante teutón no marcase, aunque, más en serio, había dicho que los récords son para ‘romperse’.

El ‘fenómeno’ anotó en 1998 (4 veces), en el 2002 (8) y en el 2006 (3). Mientras que el alemán Klose cuenta con 5 goles en el Mundial del 2002, con otros 5 en el de 2006         -máximo anotador de esa edición-, con 4 en el del 2010 y 1 por el momento, en la Copa de Brasil 2014.

Por su parte el artillero ‘teutón’ reconoció que los 15 goles en 20 partidos en fases finales (mundiales) “no están mal”, aunque dijo que se centrará en el próximo choque de Alemania ante Estados Unidos.
Klose tiene otro récord en mente, que difícilmente será conseguido por la edad (36 años): igualar los 150 partidos con la selección alemana sumados por Lothar Matthaus. Le restan 16 choques.

Nacido en la pequeña ciudad de Opole, en el sur de Polonia, de un padre futbolista de origen alemán y una madre jugadora de balonmano polaca, el actual ariete de la Lazio italiana llegó a vivir a Alemania con apenas 8 años.

SG Blaubach-Diedelkopf y FC 08 Homburg antecedieron su salto en 1999 al Kaiserslautern, un equipo que había sido campeón alemán en 2 ocasiones en la década de los 90.

El Werder Bremen fue su siguiente destino, entre 2004 y 2007, cuando obtuvo un asombroso promedio de 0,60 tantos por partido (59 aciertos en 89 encuentros).

Llegó al Bayern Múnich, jugó 4 temporadas y levantó  2 Bundesligas (2008 y 2010). En 98 participaciones sumó 23 tantos. Retomó la senda goleadora en la Lazio, donde milita desde el 2011, con un  saldo de 35 goles en 80 partidos.          

Klose también se ha destacado por el juego limpio. En 2005, cuando vestía el verde del Bremen, rehusó a aceptar un penalti concedido ante el Arminia  por considerar que no lo era. En septiembre del 2012, en la Lazio, confesó al árbitro que había marcado con la mano en un juego ante el Nápoles. El juez rectificó y decidió no amonestar al alemán por su gesto honesto.