Estados Unidos llegó a Natal entonando un discurso de ‘paz y amor’, para garantizar que hoy, en la calurosa ciudad, no buscará venganza ante Ghana, un incómodo rival que ya lo expulsó de los mundiales de Alemania 2006 y Sudáfrica 2010.

En 2006, el equipo de las ‘Barras y las Estrellas’ cayó por 2-1 ante el cuadro africano en la última jornada de la fase de grupos y le sacó del bolsillo el pasaje a los octavos. Y en 2010, el desastre llegó en octavos, al caer por idéntico 2-1.

El golero Tim Howard, que jugará su partido 101, y el centrocampista Michael Bradley coinciden en que los equipos que chocarán y las circunstancias son diferentes a las de hace 4 y 8 años.

Pero aunque se empeñen en suavizar el discurso, hay clima de ‘vendetta’ en el estadio das Dunas.

“Después de lo que pasó en los últimos 2 mundiales, buscarán la revancha y debemos estar preparados para eso”, dijo recientemente el delantero ghanés Albert Adomah.

Aunque los jugadores estadounidenses esperan rebañar la influencia que quedó hace 75 años, cuando sus antepasados se asentaron en la capital del estado brasileño de Rio Grande do Norte.

Natal, que traducida al castellano es Navidad por haber sido fundada el 25 de diciembre de hace 414 años, durante la Segunda Guerra sirvió a Estados Unidos de base aérea.

Ajenos a estos asuntos históricos, los ‘Black Stars’ y su técnico, Kwesi Appiah, han preferido tomar medidas extremas para evitar que el rival salte dispuesto a cobrarse por los días amargos que han pasado en los 2 recientes mundiales.

La ‘bestia negra’ de los estadounidenses llega a su tercera Copa del mundo consecutiva y Appiah acotó que para superar el llamado ‘grupo de la muerte’, es necesario propinar de nuevo un golpe a Estados Unidos.

Los estadounidenses acabaron invictos su preparación para la Copa mundial al ganar 2-1 a Nigeria. Pero los africanos tienen a Kevin-Prince Boateng y Asamoah Gyan, así como también a los centrocampistas Sulley Muntari, Michael Essien y Kwadwo Asamoah.