Una alianza con España, que implicó en particular al FC Barcelona y al Real Madrid, además de a la federación, fue una de las bases que permitió a Catar obtener así el apoyo de varios países latinoamericanos y conseguir la candidatura para obtener el Mundial de 2022, según France Football.

La revista francesa señala que el presidente de la Federación Española, Ángel María Villar, estuvo en el centro de los tratos con Catar, que a cambio del apoyo español se comprometía a respaldar la candidatura de España para 2018.

Otros dos de los grandes actores de esta alianza que pretendía “garantizar los intereses económicos de los unos y de los otros” fueron el expresidente del Barcelona, Sandro Rosell y el actual presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, cuyos clubes aparecen implicados a diferentes niveles, de acuerdo con la publicación. “Los contactos tejidos con las dos grandes instituciones del fútbol español abrían la puerta a un juego de influencias que permitiría a Villar votar por el emirato y utilizar sus propias redes para obtener el apoyo de países latinoamericanos”, señaló France Football.

Aseguró que eso se produjo en febrero de 2010 con ocasión de un encuentro en Barcelona entre el presidente de la Federación Española y Tariq al-Naama, vicepresidente de la academia de descubrimiento de talentos Aspire. Para fraguarse, señaló France Football, tuvo “un papel determinante” el empresario mallorquín Jaume Fluxa Morro, vinculado con Catar -entre otras- a través de la compañía Al Jaber, pero también con el Barcelona a través de su vicepresidente Carles Vilarrubi.

La revista sostiene que Fluxa organizó del 21 al 23 de 2009 un viaje de una delegación de Catar a Madrid, donde se reunió con representantes del Real Madrid, entre ellos el presidente Florentino Pérez, José Ángel Sánchez, Julio González Tojo, Emilio Butragueño e Iván Bravo.

Esas entrevistas permitieron

-siempre de acuerdo con France Football- al jefe del comité de Catar, Hassan al Thawadi, que los dirigentes madridistas intercedieran ante Villar, con el que habló en el mismo estadio Bernabeu, y que aceptó el principio de “un intercambio de votos, pero solo de país a país”.

El periódico subrayó que el Barcelona “tenía excelentes razones para apoyar a los cataríes, cuya inversión había contribuido a sanear las cuentas del club”, pero que además Rosell se benefició a través de su empresa BSM (Bonus Sport Marketin) de un acuerdo de 2.754 millones de euros con Aspire en 2008.

También hace notar que Florentino Pérez es el presidente de la constructora ACS, en la que otro de los accionistas es Iberostar, compañía fundada por Fluxa, y que desde junio de 2011 controla la alemana Hochtief, que tiene grandes contratos que se van a desarrollar con la perspectiva del Mundial. Pérez ha dicho que es falso que se haya reunido con la delegación citada, ni con el presidente de la Federación Española y que emprenderá acciones judiciales contra France Football y los autores que firman la información.

Datos

La FIFA investiga si hubo o no sobornos a presidentes de las federaciones afiliadas al organismo para que apoyaran la designación de Catar.

Según un artículo publicado hace un mes por The Sunday Times, el exdirectivo de la FIFA Mohamed ben Hammam efectuó pagos por unos 5 millones de dólares a dirigentes de fútbol africanos.

Hamman organizó, supuestamente, banquetes y recepciones por 400.000 dólares para esos directivos y pagó 1,6 millones meses, antes del voto clave, al exdirigente de la FIFA Jack Warner.

El máximo organismo del fútbol mundial anunció hace tres semanas que está dispuesto a realizar una nueva votación para designar la sede del Mundial de 2022 si se comprueban los actos de corrupción. Incluso se investiga si hubo sobornos para elegir a Rusia como el organizador de la Copa del Mundo de 2018.

Valcke asegura que acusaciones son racistas

Jerome Valcke, vicepresidente de la FIFA, tildó de racistas las acusaciones acerca de corrupción que se han vertido sobre la Copa del Mundo que se celebrará en Catar, en una charla con delegados de las confederaciones asiáticas y africanas de la FIFA en Sao Paulo (Brasil).

“Otra vez hay una tormenta contra la FIFA por motivos relacionados con el Mundial de Catar. Tristemente es un acto de discriminación y racismo, y eso me duele”, declaró Valcke. Antes de añadir que todo forma parte de un “complot para destruir” a la propia FIFA.

El dirigente dijo que “ellos”, sin acusar a nadie, quieren destruir a la FIFA; “no quieren destruir el fútbol, pero quieren destruir la institución”. Valcke fue ovacionado por los delegados presentes cuando dijo que quería demostrar unidad en la FIFA.

La FIFA emprenderá después de la Copa una dura campaña para limpiar su imagen y demostrar que no existieron amaños en las designaciones de las sedes de los próximos mundiales.