Ecuador, 25 de Abril de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

Punto de vista

El individuo y el conjunto

El individuo y el conjunto
16 de julio de 2014 - 00:00

Muchas veces Alemania, a lo largo de su historia, nos ha dado lecciones. En todos los ámbitos. Para 2014 nos tenía preparada otra. ¿Milagro? No, no se puede hablar de un nuevo milagro alemán ni de sorpresa a esta altura de la historia. Hace más de diez años, ellos refundaron una escuela futbolística que parecía agotada y el resultado se vio en Brasil: un conjunto protagonista, lujoso de a ratos, que respeta las formas y que, fundamentalmente, está basado en el trabajo colectivo por encima del individual.

Todos se someten al bien común: Ozil si se lo tira a un costado y no tiene preponderancia central, Lahm si debe ir de lateral o de mediocampista interno, Muller si debe ser punta o asistente.

¿Podía Alemania haber perdido la Copa? Claro. ¿Podía haberla ganado Argentina? También. Eso no hubiera cambiado las conclusiones.

Los triunfos que llegan por arrestos individuales, los que llegan de la mano de la fortuna o por un acierto aislado suelen ser efímeros. Y a la larga, Alemania habría llegado a su objetivo (en Sudáfrica estaba en plena maduración). No está mal para Argentina que las cosas se hayan dado de este modo.

No le viene nada mal este subcampeonato que muchos valoran y otros desprecian –aún sigue vigente la teoría bilardista de que “el segundo es el primero de los perdedores”.

Llevará inevitablemente a la superación y sería deseable que este tercer título mundial que se espera hace 28 años llegue por un camino similar al que recorrió Alemania, como resultado de un trabajo serio, de largo alcance, que trascienda nombres y hombres y que se aplique desde las fuerzas de base hasta el plantel mayor. Le haría bien al fútbol y también sería útil como un espejo en el que pueda mirarse un país dividido como nunca.

Argentina había logrado, hace algunas décadas, prevalecer los proyectos por encima de apetencias personales, pero hace varios mundiales eso no pasa. La continuidad de Sabella está hoy en duda por propia (in)decisión del entrenador, pero no estaría mal profundizar algunos de los senderos de profesionalismo y actitud que él fue tallando en estos años.

A diferencia de Brasil, que jamás pensó en un Mundial sin Neymar y no estaba preparado para su ausencia, al punto de terminar su participación en dos papelones estruendosos, el técnico argentino armó una estructura que pudiera sostener a sus talentos.

Lo que falló, en definitiva, fue precisamente ese talento que debía hacer la diferencia (Messi, Higuaín, Agüero). Sobre todo Messi, el crack llamado a tomar el trono de Maradona, que se fue desinflando con el correr de la Copa hasta tener poca o ninguna influencia positiva en los últimos tres partidos, los más importantes.

Podría haberse dado el campeonato, por supuesto. Pero teniendo en cuenta la competencia, habría sido un milagro. No como los milagros alemanes, basados en el sacrificio y en el trabajo: habría sido un soplo de inspiración mágica. Uno de esos milagros que día a día los fieles del mundo le piden a Francisco.

Para estar siempre al día con lo último en noticias, suscríbete a nuestro Canal de WhatsApp.

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media