Francia llegó a Brasil como la gran favorita del Grupo E y su intención hoy ante Ecuador es ratificar esa condición. El partido del viernes pasado contra Suiza reveló el nuevo rostro de un equipo que genera confianza. Tras el susto que produjo el hecho de estar a punto de no clasificarse al Mundial, los ‘Bleus’ han demostrado hasta ahora el nivel que sus aficionados esperaban desde hace mucho tiempo.

El pésimo desempeño en Sudáfrica 2010, donde quedaron últimos de su grupo, con 2 partidos perdidos y 1 empate, y la calificación ‘in extremis’ a este mundial tras vencer a Ucrania en el repechaje, no levantaban muchas expectativas sobre el rendimiento en Brasil. El hincha francés, por lo general, es bastante pesimista. Muy pocos apostaban por un éxito de la selección para esta Copa.

Es que después de la ‘era Zidane’ -quien se retiró tras el Mundial de 2006- el conjunto francés no mostró más que un juego taciturno en la mayoría de los partidos, cayó al puesto 17 de la Clasificación Mundial FIFA y la verdadera selección se seguía buscando.

Nunca hizo falta la presencia de estrellas dentro del equipo, por lo tanto la ausencia de convenios colectivos, combinada con los débiles desempeños individuales, se traducía en falta de ganas.

Tras la baja por una lesión en la espalda de Franck Ribery, el llamado a ser el pilar del equipo, se creía que nadie podía cargar con esa responsabilidad. Sin embargo, no se notó tanto esta ausencia, así que muchos se preguntan hoy si Ribery era verdaderamente un líder.

Hoy, Francia y el mundo están redescubriendo a Karim Benzema. Tristemente recordado el año pasado por su invisibilidad y sus 1.222 minutos sin marcar goles con los colores de la selección, el delantero comienza su Mundial con una metamorfosis impresionante, con 3 goles y como líder del equipo.

Más allá de Benzema, todo el equipo parece que se ha transformado con un juego colectivo tremendamente eficaz. El trío Giroud-Valbuena-Benzema muestra una coordinación ofensiva que no se vio desde hace mucho tiempo. Esta es la virtud de todo el grupo, que se ha felicitado entre sí durante las comparecencias de prensa. Los jugadores franceses insisten en que el éxito actual es una labor de todo el equipo y no solo de unos cuantos.

Se trata de un grupo competitivo y, según muchos, el ‘arquitecto’ de esta transformación es el técnico Didier Deschamps. El que insistía recientemente para ‘relativizar la impresión del momento’ ha tomado decisiones tácticas decisivas y consiguió fomentar nuevas interacciones entre jugadores.