Extraño es el mismo origen de la palabra ‘superstición’. Proviene del latín superstitio que significa ‘estar de pie sobre el cadáver de tu enemigo’. Es decir, estas son las acciones que uno debía tomar para sobrevivir a su destino. La mayoría de las supersticiones nacieron durante la Edad Media, en una época en la cual el analfabetismo, la pobreza y las enfermedades estaban a la orden del día. La indefensión ante la muerte impulsaba a la gente a protegerse como podía. Estas son la supersticiones que han sobrevivido hasta nuestros días.

Pasar por debajo  de una escalera

Existen dos versiones sobre el origen de esta superstición. La primera sería de origen cristiano y dice que cuando una escalera es apoyada en la pared forma un triángulo, el símbolo de la Santísima Trinidad, y al atravesarlo se estaría profanando lo sagrado y atrayendo al demonio.

La otra se remonta a la Edad Media. Para las ejecuciones se utilizaban patíbulos muy altos y eran necesarias escaleras para preparar la horca. Antes de ser colgados, los sentenciados debían pasar por debajo de la escalera y por eso se decía que el que lo hacía iba camino a una muerte segura. 

El color amarillo

En nuestro país se cree que usar ropa interior amarilla atrae la fortuna en el año nuevo, tal vez porque simboliza el color del oro. Pero en otros países el amarillo es de mala suerte. En la Europa del Medioevo se asociaba este color con el azufre del infierno y se vestía de amarillo a los herejes, leprosos y enfermos de la peste para que la gente los advirtiera desde lejos y no se les acercara.

Tocar madera

Esta creencia probablemente se originó en culturas antiguas -como la celta- que adoraban la naturaleza y consideraban sagrados a algunos árboles. Tocarlos les permitía alcanzar la fortuna y evitar la desgracia. De allí se pensaba que  tocar madera atraía la protección divina, así es que los carpinteros deberían ser las personas más afortunadas del mundo, ¿no?

Romper un espejo

Primero se utilizó el agua para reflejar la imagen de la persona que consultaba sobre su futuro a los adivinos. Más tarde fue un espejo, pero la idea es que allí se ve la imagen de nuestra alma. Romperlo equivalía a hacerse un daño tremendo durante siete años. Contrariamente a la presunta suerte de quienes tocan madera, ¿qué será entonces de los desafortunados vidrieros que todos los días cortan y rompen espejos?

Dejar las tijeras abiertas

Esta herramienta debe permanecer cerrada mientras no se usa porque atrae la mala suerte. Si se cae al suelo y queda con las puntas abiertas apuntando hacia ti, debes recogerlas y echar sal por encima del hombro izquierdo. Es que en la antigua Grecia se creía que Átropos, una de las tres Moiras, cortaba con las tijeras el hilo de la vida, y dejarla abierta podría tentarla.