Aunque parezcan ficción, los mega tsunamis existen y han sucedido varios a lo largo de la historia humana. El más conocido, ya que han quedado registros históricos escritos, sucedió hacia el 1735 antes de Cristo por la erupción y hundimiento de parte de la isla de Santorini en el mar Mediterráneo.

La ola pudo tener más de un centenar de metros de altura, y la destrucción de ciudades costeras sería el origen del mito del Diluvio universal.

Hace diez años un terremoto submarino en Sumatra engendró un oleaje que alcanzó los 30 metros de altura y causó más de 200 mil muertes en toda la región. Un mega tsunami sería peor que eso. Algunos geólogos dicen que ya ha sucedido, y más de una vez, en el pasado en las islas Canarias, ubicadas en el noroeste de África.

Piensan que la erupción de un volcán activo puede provocar un gran derrumbe de la isla La Palma y una ola de más de 50 metros de altura. Esta viajaría por el océano Atlántico y en apenas horas inundar algunas grandes ciudades de Europa, Estados Unidos y Brasil. No causaría el fin de la Humanidad, pero tendría efectos  devastadores.

4. Colapso cósmico

La teoría de la expansión indefinida tiene también su contraparte. Hay científicos que especulan con la posibilidad de que dos poderosas fuerzas: la de la materia y la energía oscura, se anulen entre sí. Así, las estrellas se apagarían en forma gradual hasta quedarse sin combustible, sumiendo al universo en una oscuridad fría y sin vida. Pero todos los datos muestran que el universo se sigue expandiendo y lo hace a mayor velocidad que antes. Si hay un colapso podría ocurrir en unos 50 mil millones de años.

5. Gérmenes asesinos

La gente que hoy se niega a vacunar a sus hijos parece haber olvidado que por siglos la Humanidad estuvo en jaque y hasta en peligro de extinguirse por enfermedades terribles como la peste negra, o la viruela. Aunque el avance de la medicina y de las condiciones de salubridad han permitido controlar el ataque de enfermedades, la humanidad no está exenta de sucumbir ante una nueva pandemia.

Virus y bacterias tienen una extraordinaria capacidad de mutación que les permite propagarse y sobrevivir. Hace menos de un siglo tuvimos la gripe española que mató decenas de millones de personas. La OMS vigila la aparición de un virus similar. También monitorea lo que pasa con virus letales como el ébola.