El domingo, el diario El Comercio de Lima publicó en sus páginas una editorial en la que le responde a Ollanta Humala, presidente de Perú, luego de que se desatara la polémica sobre la concentración de medios en el país que dirige este último.

“No es ilegal. Ahorita no es ilegal”, había dicho el presidente peruano en una entrevista televisiva, luego de que le preguntaran sobre la legalidad de la compra de Epensa -uno de los tres mayores grupos de periódicos en Perú- por parte de El Comercio, poseedor de los productos de información de mayores ventas.

A esa declaración, El Comercio había respondido en la portada del día siguiente con el titular “Humala lanza velada amenaza contra la libertad de expresión”, el pasado lunes 30 de diciembre.

Como es natural, las cosas no terminaron ahí. El jueves, cuando le tocaron el tema en una rueda de prensa, Humala defendía su postura y anunciaba la necesidad de que el Congreso peruano debatiera sobre una ley que regulara la concentración de medios, pues con esa compra, El Comercio controlará un 78% de la prensa escrita de Perú.

Los números son así: En el mercado peruano existen tres grandes grupos de medios de comunicación que copan el 95% de las ventas: El Comercio (49%), Epensa (29%) y La República (17%). El 5% restante se trata de diarios locales que circulan en sus propias regiones.

Por eso, Humala lanzaba de forma pública la siguiente pregunta: “¿Quién amenaza realmente a la libertad de expresión? ¿Aquel grupo empresarial que compra los medios de comunicación o el presidente de la República?”

El último domingo, El Comercio respondió la pregunta en la editorial citada al principio: “Ya que nadie se animó entonces, aquí le dejamos la respuesta, señor presidente: usted. Usted amenaza la libertad de expresión, igual que cualquiera que proponga limitar por ley lo que es parte del derecho a elegir de todos y cada uno de los ciudadanos”.

Al parecer, será un fiero cruce de palabras entre uno y otro lado hasta que se decida si se aprueba o no una ley que regule la concentración de medios de comunicación.

En la editorial, El Comercio hizo una defensa de su compra y argumentó que mientras exista libertad para emprender un negocio en el campo de la prensa escrita, la concentración depende de los lectores y no de los medios de comunicación, a diferencia de lo que sucede con la televisión y la radio, donde las frecuencias sí son limitadas.

En la misma columna, El Comercio arremetió contra Mario Vargas Llosa, quien hizo público su apoyo a Ollanta Humala en las elecciones de 2011.

Y es que en su cruzada contra la concentración de medios, Humala se ha basado en las declaraciones del Premio Nobel de Literatura 2010, quien fuera candidato presidencial a inicios de la década del 90.

En una entrevista publicada el domingo 29 de diciembre en el diario La República, Vargas Llosa había dicho que “si se produce una concentración de medios… y esos medios tienen, además, una línea política muy clara, entonces allí hay una amenaza potencial contra la democracia”.

En 2011, Vargas Llosa retiró su columna Piedra de Toque, que El Comercio tomaba del diario El País de España. Según el Nobel, el diario limeño se había convertido en una máquina propagandística a favor de Keiko Fujimori.

El Comercio no dudó en recordar a Vargas Llosa su derrota en las urnas en las elecciones de 1990 frente a Alberto Fujimori.

“Los medios no podemos vencer sin antes convencer. ¿O no perdió MVLl (Vargas Llosa) las elecciones en 1990 pese a tener una cuasi unanimidad de todos los medios a favor de su candidatura? ¿Y no ganó Ollanta Humala en 2011 pese a tener una similar mayoría de medios opinando en contra?”.

Pero en su editorial, El Comercio también se mete con su competidor, el grupo La República, cuyo diario principal (del mismo nombre) había publicado las declaraciones de Vargas Llosa.

“No deja de ser irónico que la condena del Nobel se haya producido en el diario emblema del mismo grupo que intentó ‘concentrar’ buena parte del mercado de prensa escrita en sus manos cuando ensayó una adquisición hostil de Epensa. Una compra con la que hubiera adquirido el 68% de la circulación de diarios a nivel de provincias”.

El grupo La República, el tercero en ventas en Perú, es también el tercero en discordia: Antes de que El Comercio concretara su compra, eran los de La República que intentaban hacerse con el 54% de las acciones de Epensa, propiedad de Enrique Agois Paulsen.

La defensa de El Comercio se basa, en suma, en que en la prensa escrita “no existe cuota de mercado alguna que no provenga de los ciudadanos que lo escogen y consumen”, dice la editorial, que hace hincapié en que los porcentajes de ventas no son fijos  y pueden cambiar cuando las personas decidan dejar de comprar un determinado periódico.

Aún así, y pese a que la compra de acciones implica que los hijos de Agois Paulsen quedarán a cargo de definir la línea editorial de los productos de Epensa (Ojo, Ajá, Correo y El Bocón), queda en entredicho la libertad periodística en una empresa que ya no puede llamarse del todo independiente, cuando la mayoría de sus acciones pertenece a otro grupo editorial.