Estados Unidos se autoproclama el país de las libertades. De hecho, el atractivo que genera en algunos ciudadanos del mundo es por la fama de que ahí no hay censura de prensa y que hasta un presidente (Richard Nixon), en 1973, fue destituido gracias al trabajo efectivo y libre de la prensa.

Incluso, hay quienes proclaman a ese país como una “escuela viva de periodismo” porque ahí sí se puede ejercer el oficio con absoluta libertad.

Por lo visto, no todo es cierto y también no es la primera vez que la censura está a la orden del día en esa nación y en varios medios de prensa.

Del informe que se publica en esta página se pueden sacar dos conclusiones importantes: Primera: ¿Por qué aquellos temas de la política internacional son los más censurados? ¿Acaso ahí no es donde se juega su rol de potencia y gran dominador del escenario mundial?

Segunda: Cuando se trata de temas de migración o salud (basta ver el reportaje sobre cómo las farmacéuticas libraron su batalla económica por la fiebre AH1N1) y no se diga relacionados con la población indígena, ¿por qué no son abordados por las grandes cadenas de televisión como sí hacen cuando una fiebre, una masacre o un crimen ocurre en otras latitudes del planeta?

Para imaginar una respuesta global habría que recurrir a la misma tradición “gringa”: “Los asuntos internos solo son de competencia de los estadounidenses y los de otros países es nuestra responsabilidad”.

Si esa fuese la norma, (aunque no creo que a estas alturas un funcionario de la Casa Blanca la quiera defender públicamente) una respuesta válida sería: “No nos den un mal ejemplo y permitan que el ciudadano estadounidense conozca la realidad de su propio país a través de una prensa libre e independiente”.

Para Ecuador también queda abierta otra posibilidad de duda y sospecha: ¿Cuántos reportajes han sido censurados en los periódicos que se proclaman independientes? Por señalar un hecho: ¿La crisis bancaria de finales de la década del 90, no estuvo “oculta” por los medios? ¿Qué periódico o canal tuvo en sus manos información sobre ese tema y por temor a perder el auspicio de los grupos financieros dejó que la bola de nieve creciera y luego estallara la crisis a costa de los más pobres?

Las pedagogías sociales y mediáticas se construyen a partir del reconocimiento de los errores del pasado, pero también del buen y mal ejemplo de otros.

Por eso es válido imaginar: ¿qué habría pasado en Estados Unidos si se publicaban esos 25 grandes temas que revelan problemas graves en ese país y que ahora conocemos gracias a su divulgación?