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Biodiésel: el combustible del futuro

27-05-13-mqm-biocombustibleEn la última conferencia de la Association for the Study of Peak Oil and Gas (ASPO), se consideró la posibilidad de haber llegado al límite estimado de producción de petróleo en el mundo. De los 42 mayores productores de petróleo, 30 países han alcanzado o han superado su pico de petróleo, entre ellos, Ecuador, que lo hizo en 2006.


En este sentido, se ha consumido casi la mitad del petróleo existente (Oracle Data Access Components - ODAC, 2009) y se ha producido una vertiginosa evolución de su precio a nivel mundial debido a su menor disponibilidad.


Frente al agotamiento inminente de los combustibles fósiles, se presentan nuevas alternativas para cubrir las ingentes necesidades de la población mundial que dependen de esta materia prima. No obstante, es preciso recalcar que el desarrollo de estos combustibles renovables aún presenta inconsistencias en cuanto a que, si prosperan, podrían convertirse en un progreso en la conformación de un plan de contención; empero en el caso de que se generen a gran escala, podrían agravar los problemas ambientales que actualmente el mundo está enfrentando sin éxito.

Nuevas alternativas energéticas para la producción sostenible

Los biocombustibles son carburantes procedentes de la transformación de materia orgánica. En consecuencia, es posible obtenerlos a partir de la biomasa procesada de cultivos tradicionales como el trigo, la soya, el maíz y la remolacha, o mediante vegetales oleaginosos como la palma, el girasol y la caña de azúcar. De esta forma, el bioetanol, el biodiésel y el biogás, son los principales biocombustibles derivados empleados como sustitutos de la gasolina, el gasoil y la producción de energía eléctrica a través de turbinas u otros sistemas de combustión más contaminantes. Tomando en cuenta el informe de 2010 de la Agencia Internacional de Energía, estos biocarburantes pueden clasificarse en cuatro tipos de generaciones según la madurez tecnológica con que se obtienen, el balance de emisiones de gases de efecto invernadero y la cantidad de materia prima que se emplea en su producción.

 

Tipos y características de los biocombustibles

Los biocombustibles de primera generación fueron los primeros que prosperaron como fuentes de energía alternativa factibles. Se conformaron a raíz del procesamiento de las cosechas de cultivos tradicionales con el mismo tratamiento aplicado para el consumo alimenticio, y establecieron, al menos en principio, una vía oportuna para la reducción de las importaciones de petróleo y la mitigación de las emisiones de los gases de efecto invernadero.


Los biocombustibles son carburantes procedentes de la transformación de materia orgánica. En consecuencia, es posible obtenerlos a partir de la biomasa procesada de cultivos tradicionales como el trigo, la soya, el maíz...De este modo, es fundamental prestar atención a aquellos pertenecientes a las tres últimas generaciones que muestran factores que divergen en las posibilidades de mejor adaptación en el mercado dependiendo del resultado que se necesite alcanzar.


Los biocombustibles de segunda generación, producidos con materia prima de valor reducido como las microalgas o residuos orgánicos y con un bajo contenido en carbón, tienen un creciente potencial como combustible líquido alternativo para el sector de los medios de transporte, pues amplían la vida útil de los sistemas internos de los automotores y reducen los costos de producción. Mientras que la tercera generación se centra en el uso de cultivos modificados genéticamente con un patrón de procesamiento similar al de los anteriores, aunque optimizando la transformación de la biomasa en combustibles sostenibles. Pese a ello, se produce un aumento considerable de la inversión frente a los efectos obtenidos a corto plazo por la búsqueda de tecnología adecuada para la optimización de los vegetales.


Por último, la cuarta generación de estos combustibles verdes suponen un avance en el equilibro entre el método de absorción y reserva de carbono y los recursos orgánicos utilizados. Como señala la Unesco: “No solo se adapta para mejorar la eficiencia de procesos, sino que se diseña para captar más dióxido de carbono, a medida que el cultivo crece.”


Por consiguiente, el aporte de estos combustibles a la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero es mayor ya que actúan directamente en el origen de la producción de las sustancias nocivas, a pesar de que los costes de las instalaciones y el desarrollo tecnológico implican una mayor contribución económica.

27-05-13-mqm-emisiones-CO2Consideraciones y limitaciones sobre la producción de biocombustibles

Más allá de los beneficios, la producción de estos biocarburantes permanecerá ligada a varias limitaciones entre las que se encuentra la extensión de tierra necesaria para el cultivo de las especies de las que se obtienen y el gasto de agua que se requiere en su procesamiento, con lo que se incorpora la competencia con la cosecha de alimentos y el gasto de los recursos hídricos.


Por ejemplo, en la producción de 1.005 kg de bioetanol son necesarios 4.920 litros de agua (Roldán, 2012), no obstante, solo en la cosecha de 9 t/ha de trigo para su fabricación se emplean 7.847 l/ha de agua; igualmente, se obtienen 87,1 toneladas de bioetanol por hectárea de caña de azúcar (Macedo & Seabra, 2010). Sin embargo, debe mezclarse con gasolina para que no exista la necesidad de aplicar modificaciones a los motores de los automóviles además de que su proporción no debe sobrepasar el 15-20% en climas fríos y templados para evitar daños en el arranque en frío.


25-05-13-MQM1En cuanto a la fauna y flora, se puede apreciar que se están produciendo nuevas energías a costa de la pérdida de hábitats naturales de importancia directa, tanto en la biodiversidad autóctona de un determinado terreno, como en la del mismo cultivo requerido al generarse variaciones para aumentar su eficiencia en la obtención de biomasa resultando además en la incapacidad, por parte de los animales, de consumir las especies eliminadas.


Cabe recalcar que los biocombustibles involucran la formación de monocultivos que, aunque permiten una producción a gran escala, desencadenan la improductividad de las tierras fértiles, es decir, los suelos pierden sus propiedades, se erosionan y es necesario el uso de fertilizantes y plaguicidas para contrarrestar su empobrecimiento. A pesar de esto, próximamente será viable elaborar biocarburantes haciendo uso de especies silvestres con características como una productividad elevada y periodos de rotación cortos, encaminados a la elaboración de biomasa, como los sauces o los álamos blancos.

Conclusiones

"Los biocombustibles de primera generación fueron los primeros que prosperaron como fuentes de energía alternativa factibles".

"El bioetanol, el biodiésel y el biogás, son los principales biocombustibles derivados empleados como sustitutos de la gasolina, el gasoil(...)"
Los biocombustibles y su obtención con sistemas de cultivo, a partir de materiales orgánicos, actualmente revelan obstáculos relacionados con la escasez de información para un desarrollo sostenible de los mismos, que abarque soluciones certeras frente a las circunstancias económicas y ecológicas del mundo, la reducción del costo de la tierra e instalaciones, la dificultad para el mantenimiento de monocultivos, y los elevados costos de operación para la producción y recolección de biomasa, entre otros.


Ante estos inconvenientes, el mejoramiento de los sistemas de producción es imprescindible, por lo que se debería fomentar estrategias que no solo favorezcan la capacidad energética y satisfagan la demanda de los consumidores, sino que concentren en la búsqueda de soluciones efectivas para la crisis de los combustibles fósiles constituyendo un menor perjuicio para la naturaleza.


Más aún, no se han contemplado las vías de implantación y la sustentabilidad económica y ecológica que tendrían estas nuevas tecnologías en países que no forman parte de la OECE (AIE, 2011), especialmente en aquellos en vías de desarrollo. De esta forma, se necesita una fuente de energía renovable que se emplee en múltiples áreas comerciales para poder sostener la demanda de la creciente población mundial, a la vez que se intenta reducir el impacto de la misma en el medio ambiente para el bienestar del futuro.

 

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