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Desempleo crónico, el mal social de los Estados Unidos
El Desempleo de Largo Plazo (DLP), una estadística opacada en los datos federales, es la irregularidad social más lacerante para millones de familias estadounidenses y un ejemplo de que Washington arrastra asignaturas pendientes en el capítulo de los derechos humanos.
A las personas que han estado buscando empleos durante seis meses o más, se sumaron otros 120 mil individuos durante el primer trimestre de 2013, y entremezclados con un remanente general de 12 millones de desocupados. Actualmente la tasa de paro a largo término es la peor desde 1948.
El Gobierno Central en Washington tendría que activar un programa que cree más de 190 mil posiciones laborales cada mes para poder, después de ocho años, resolver la situación de los ciudadanos en el paro prolongado, calculó la organización no gubernamental Hamilton Project.
Sin embargo, en el contexto de un embargo de capitales gubernamentales por 85 mil millones de dólares, trascendió que la administración del presidente Barack Obama decidió recortar en un 10% los subsidios para los nacionales perjudicados por el DLP.
Según las definiciones oficiales, conocidas como Rango U-3, y dentro de una fuerza laboral de 156 millones de personas, la tasa nacional de desempleo ha estado bordeando el 8% desde 2012. Lo aceptable para algunos expertos sería una tasa de entre 4% y 5 %.
No obstante, es conocido que las estadísticas oficiales son engañosas porque no consideran a individuos que ya dejaron de buscar trabajo ni tienen en cuenta la calidad del puesto obtenido o el acápite del subempleo.
Por la sumatoria real de todos estos números, indica el foro Bipartisan Policy Center, la tasa sería del 15 %, y no del 7,7 como afirma Washington.
En febrero último, cuando el Departamento de Trabajo informó que el mercado había adicionado 236 mil empleos, un ejército de 6,8 millones de individuos en el paro no fueron anotados como desocupados porque se cansaron de caminar, de buscar opciones para ganarse el sustento diario.
Uno de cada seis niños en Estados Unidos tiene un padre en el paro o subempleado, lo que arroja un total de 6,2 millones de infantes que viven en hogares donde al menos un pariente cercano o tutor está sin trabajo, informó el grupo First Focus Urban Institute.
El total de niños en estas circunstancias asciende a 12,1 millones cuando la variable del subempleo es incluida en la cuenta, agregó un comunicado de la misma organización privada.
Desde 2010 casi la mitad de los graduados universitarios estadounidenses ha tenido que aceptar trabajos de menor categoría profesional como taxistas, vendedores minoristas o empleados de mantenimiento, confirmó otro estudio institucional.
Un reporte de College Affordability and Productivity precisa que el inventario de licenciados aumentó de forma desequilibrada durante los últimos dos años hasta conformar un remanente laboral de 41 millones de individuos, para unos 28 millones de vacantes disponibles.
Tal tendencia provocó que un 15 % de los choferes de taxi hoy día tengan diplomas de nivel superior (por el 1% en 1970), y entre los vendedores, un 25% son licenciados, detalló.
Además, la recesión ha perjudicado más a los hombres estadounidenses y en el camino hacia la recuperación económica están acaparando puestos antes ocupados por mujeres, reveló una investigación de la agencia Bloomberg y The Washington Post.
Con la merma de posiciones laborales en la construcción y la industria manufacturera, los hombres se mueven hacia campos tradicionalmente dominados por las mujeres como la educación privada, el sector de la salud o la rama farmacéutica.
Al mismo tiempo, las mujeres están perdiendo presencia en las gobernaciones estaduales y municipales, entre otros departamentos donde se solicita un alto nivel de experiencia profesional o recomendaciones específicas.
De acuerdo con el reporte de la organización independiente, desde 2008, los ciudadanos con en edades entre 18 y 34 años han sufrido mayores descuentos en su canasta de ingresos que otros grupos etarios.
El 69% de los norteamericanos cree que para los jóvenes resulta mucho más difícil encontrar empleos que cuando sus parientes de la anterior generación enfrentaban igual trance.
En este segmento de población, el nivel de ocupación laboral ha decaído en un 54,3% durante los últimos cuatro años, el peor número entre todas las estadísticas registradas desde 1948.
Al final de 2011, el nivel de desempleo de los estadounidenses entre 18 y 24 años era de 16,3%, muy por encima del 8,8% promedio para los adultos entre 25 y 64 años, precisó el informe de Pew Research Center (PRC).
La indagación fue realizada a 2.048 individuos en 10 estados, en un periodo comprendido entre los días 6 y 19 de diciembre de 2012, y tiene un margen de error de 2,9%, aclaró el PRC.
También el premio Nobel de Economía, Paul Krugman, explicó que el desempleo de larga duración sigue estando en Estados Unidos a niveles comparables con los de la Gran Depresión, de 1930.
En Estados Unidos, la crisis financiera -cuya peor etapa fue entre 2007 y 2009- destruyó 3,6 millones de puestos de trabajo. El total de desocupados quedó en 11,6 millones luego de que consorcios como Microsoft, Boeing, Caterpillar, o Home Depot despidieran a 200 mil asalariados en 2009. (PL)