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Buen Vivir, entre lo ideal y lo posible

Buen Vivir, entre lo ideal y lo posible
31 de marzo de 2014 - 00:00

 

Hace tiempo que el crecimiento económico por sí mismo dejó de ser el indicador del bienestar de los países y que el desarrollo como discurso terminó como verdad absoluta derivada de los planteamientos de los países del norte y de los organismos internacionales. En la incesante búsqueda de una alternativa al capitalismo tomaron fuerza planteamientos que rescataron ideas ancestrales presentes hasta la actualidad en los pueblos indígenas, especialmente de Ecuador y Bolivia. El buen vivir (Sumak Kawsay en quichua y Suma Qamaña en aymara) se plasmó oficialmente en las Constituciones de esos países y se convirtió “en la guía programática contrapuesta al insostenible, depredador y etnocida American way of life en crisis”, como señaló José María Tortosa en su artículo El futuro del maldesarrollo.

EN BREVE

Buen Vivir. Tiene sus variantes en quichua Sumak Kawsay (Ecuador) y en aymara, Sumak Qamaña (Bolivia). 

Extractivismo. Ese modelo es cuestionado por algunos sectores como incompatible con el Buen Vivir.

Transición. Está planteada por otros sectores como la necesidad de usar los recursos para cimentar el Buen Vivir.

Constitución. Las Cartas Magnas de Ecuador y Bolivia son las únicas que recogen la alternativa del Buen Vivir.

En la amplia literatura que se ha escrito en los últimos años acerca del Sumak Kawsay, en general, se lo entiende como una forma de vida que pretende lograr armonía con la naturaleza y con otros seres humanos.
Pero no es un concepto cerrado y la disputa por el “verdadero” Buen Vivir se ha instalado en varios sectores. Ello ha abierto el debate sobre qué mismo es, qué implica, cómo se consigue, en cuánto tiempo, a través de qué caminos, cómo integrarlo a escala local, regional y mundial tomando en cuenta la realidad interdependiente de los países, si implica o no un modelo extractivista, entre otros interrogantes.


La magíster en Sociosemiótica y doctora en Letras, Mirta Antonelli (Argentina), explicó que el “Buen Vivir es una suerte de significante que está siendo usado por múltiples actores ... que está siendo objeto de disputa, al cual se le adjudican, se le atribuyen y se le disputan sus significados y qué narrativas puede entrar y cuáles no”. Antonelli visitó el Ecuador a propósito del evento ‘Poscrecimiento y Buen Vivir’, organizado por la Fundación Friedrich Ebert Stiftung (Alemania) y la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).
Esa fue la excusa para que académicos, investigadores, funcionarios del Gobierno y la ciudadanía debatieran sobre los alcances y límites del Buen Vivir.

Solo un ‘Buen Vivir socialista’ podría ofrecer una salida de la trampa en la que nos ha encerrado la lógica del capital’, en Pachamamismo vs. extractivismo.

AtilIo Borón, sociólogo y politólogo argentino
“Esa idea del Buen Vivir puede servir para ayudarnos a pensar en otra economía, en otras formas de vida, no solamente fuera del mundo andino, no solamente fuera de América Latina sino también en otras partes del mundo”, reconoció Koldo Unceta, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad del País Vasco.
Recordó que durante las últimas décadas se ha generado “un pensamiento aplastante, un pensamiento único, que es lo que se ha llamado el pensamiento neoliberal que ha invadido todas las esferas de la vida ... y, por lo tanto, hace que sea especialmente necesario encontrar discursos alternativos, formas de ver alternativas”. Mientras en la región andina se discute el Buen Vivir, en Francia se está hablando del “decrecimiento”, en otros lugares de “economía social y solidaria”, de “economía del bien común” o de “economía de felicidad”. Lo cierto es que “hay una efervescencia, una emergencia de conceptos muy diferentes que no se sabe muy bien cuáles son sus perfiles o sus límites, pero que todos ellos tienen una cosa común que es la insatisfacción profunda con los modos de vida dominantes y la necesidad de encontrar algún tipo de alternativas”, señaló Unceta.

El Buen Vivir como significante está siendo objeto de disputa ... una suerte de lugar vacío, al cual se le adjudican, se le atribuyen y se le disputan sus significados’.

Mirta Antonelli, profesora de la U. de Córdoba (Argentina)

Una “teoría” desde el sur
La mayoría de las denominadas “teorías del desarrollo” han provenido de Europa Occidental y de Estados Unidos, a excepción, quizá, de la teoría de la dependencia de los años cincuenta, sesenta y setenta. Hoy, el concepto del buen vivir, ha obligado al norte a mirar hacia el sur. “La teoría de la dependencia fue muy influyente en los debates europeos y norteamericanos ... nuevamente tenemos un impulso, una innovación teórica y conceptual desde donde se podría entender y analizar, movimientos y tendencias actuales del desarrollo y también conceptos, alternativas para el desarrollo como nosotros lo conocemos”, indicó Jans-Jüergen Burchardt, profesor de la Universidad de Kassel (Alemania) e investigador del Instituto de Estudios Latinoamericanos en Hamburgo.


“En Alemania se discute ampliamente en diferentes entidades de la política y de la ciencia” la idea de Buen Vivir porque la de “crecimiento económico” ha revelado sus límites. Pero el concepto que tanta novedad puede causar también es motivo de debate por la “intransigente defensa del Sumak Kawsay” desde algunos sectores, como apunta el politólogo y sociólogo Atilio Borón en su libro Pachamamismo vs extractivismo y revela tensiones y contradicciones cuando se contrasta con la realidad. Además, advierte sobre los riesgos del “utopismo” para el Buen Vivir y de la posibilidad de que se lo asimile con alguna de las corrientes contemporáneas del ecologismo, que no cuestionan el capitalismo, pero que tienen como eje central a la Madre Tierra y la relación naturaleza-sociedad.

El problema es que en este momento hablar de Buen Vivir es en cierta forma incompatible con la complejidad y la interdependencia del mundo global’.

Koldo Uncenta, catedrático de la U. País Vasco (España)


Borón hace una defensa en el sentido de que “solo un ‘Buen Vivir socialista’ podría ofrecer una salida de la trampa en la que nos ha encerrado la lógica del capital. No habrá redención para la Madre Tierra si no se consigue la salvación de las mujeres y hombres que pueblan este planeta ... Por lo tanto, un genuino proyecto de ‘Buen Vivir’ implica definir, de algún modo el programa socialista para el siglo XXI”, escribió Borón.

La pregunta por el extractivismo
Al constatar que la implementación del Buen Vivir en una sociedad como la ecuatoriana o la boliviana no puede darse “de la noche a la mañana”, el pensador argentino recrea el Plan Nacional del Buen Vivir 2013 - 2014 del Ecuador que delinea una hoja de ruta para abocarse a una “transición de una economía primario-exportadora a otra basada en la producción de servicios ecoturísticos y bioconocimiento que se mide en décadas”. Con lo que concluye que “coexistirán” la anterior organización económica -que sustenta los recursos que usa el Estado para su propio sostenimiento, y para financiar el “costoso y complicado proceso de transición” hacia una nueva economía y una nueva sociabilidad, congruentes con las estipulaciones del Sumak Kawsay- con el nuevo ordenamiento económico “posextractivista”.

Se busca un crecimiento económico para satisfacción de necesidades y cierre de brechas ... un crecimiento para la erradicación de la pobreza, como máximo social’.

Andrés Arauz, subsecretario de Senplades


En lo empírico, en las realidades de Ecuador y Bolivia, 2 economías extractivistas, los gobernantes Rafael Correa y Evo Morales (que impulsan decididamente la visión del Buen Vivir), usan los recursos naturales (petróleo, gas y minerales) para contar con los ingresos que financien sus programas de reducción de la pobreza y la desigualdad y de configuración de nueva economía.


En los últimos años, en toda América Latina, sobre todo en el sur, los recursos provenientes de la explotación de los recursos naturales han sido destinados a aumentar el gasto social, lo que ha permitido reducir paulatinamente las tasas de pobreza y desigualdad y mejorar las condiciones de vida de la población. Esa situación contrasta con otras épocas en las que esos ingresos, generalmente, estaban destinados al beneficio de élites políticas y económicas.


El gráfico 1 muestra el alto grado de participación de las exportaciones de productos primarios en el total de ventas al exterior. En el caso de Ecuador representaron el 91,2% en 2012 y en Bolivia, el 95,1%. El que menos porcentaje registró dentro de Sudamérica fue Brasil con un 65,3%. De las 10 principales exportaciones de la subregión, 7 corresponden a bienes primarios como petróleo y derivados, hierro, cobre, oro y soja, entre otros.

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El Buen Vivir se planifica no se improvisa. El Buen Vivir es la forma de vida que permite la felicidad ... No es buscar la opulencia ni el crecimiento económico infinito’.

Plan Nacional del Buen Vivir 2013 – 2014


En lo que se refiere a la reducción de la pobreza, las cifras también son elocuentes. En toda Sudamérica las tasas cayeron a la mitad en la última década (gráfico 2). Para el caso de Ecuador entre 2000 y 2012, la pobreza urbana se redujo de 59,4% a 28,8% y la de Bolivia de 52,4% a 26,9%.


Algunos grupos, sobre todo ecologistas, niegan toda posibilidad de una relación Buen Vivir-extractivismo y han acusado a los mandatarios de Ecuador y Bolivia de promover prácticas contrarias al Buen Vivir. Al ser consultado sobre si Sumak Kawsay y extractivismo son excluyentes, el profesor Burchardt señaló que “la idea de extraer recursos (naturales) para tener recursos (económicos) y crear un Buen Vivir en la esfera social significa que tenemos que cambiar el patrón de desarrollo”, explicó. El Buen Vivir puede ser “un alternativa de desarrollo que permite una transformación ... Se puede usar la renta, el ingreso de eso para llegar a un desarrollo distinto”, agregó.

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Para Alberto Acosta, expresidente de la Asamblea Constituyente que redactó la Constitución de 2008 y participó en el evento en la Flacso, el hecho de pensar salir del extractivismo con más extractivismo “es aberrante”. Reconoció la imposibilidad de detener toda actividad extractiva de inmediato, pero dijo que se podría buscar alternativas para reemplazar los recursos provenientes de la venta del petróleo como, por ejemplo, aumentar los impuestos a los 110 grupos económicos más grandes del Ecuador. Enfatizó que hay asumir “el Buen Vivir como una alternativa al desarrollo ... (pero) va mucho más allá del desarrollo, cuestiona la visión antropocéntrica” con respecto a la naturaleza.


En el debate de la Flacso, Ana María Larrea, secretaria Técnica para la Erradicación de la Pobreza, reiteró que el Gobierno plantea la transición hacia el Buen Vivir a través de la erradicación de la pobreza y el cambio de la matriz productiva, tal como contempla el Plan Nacional del Buen Vivir 2013 - 2017.


“El Buen Vivir no es posible en una sociedad capitalista, en Ecuador hemos planteado el socialismo del Buen Vivir ... planteamos romper las lógicas acumuladoras del capital para llegar a la justicia económica ... El Buen Vivir propone que el centro de la preocupación sea la vida misma y no el capital”, indicó Larrea.

¿Se puede ser una isla en el mundo?
Las Constituciones de Ecuador y Bolivia (gráfico 3) son las únicas en el mundo que recogen explícita y oficialmente el concepto de Buen Vivir en sus variantes quichua y aymara, respectivamente, pero ¿cómo 2 países pueden hacer la diferencia en un mundo globalizado donde prima el desarrollo capitalista?

 


Borón recoge en su libro las palabras del actual titular de la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, René Ramírez: “Nosotros no podemos construir desde Ecuador, solos, esta sociedad de la que hablamos” y hace palpable la necesidad de contar con “un entorno geopolítico favorable”.


El profesor Unceta admitió el problema de que hablar del Buen Vivir es “en cierta forma incompatible con la complejidad y la interdependencia del mundo global en el que vivimos”. La pregunta es ¿cómo plantear un Buen Vivir comunitario compatible con un Buen Vivir nacional y compatible con un Buen Vivir global?. Para intentar responderla, el español hace referencia a la necesidad de rescatar las ideas del filósofo vienés Karl Polanyi sobre la organización social: reciprocidad, redistribución y el intercambio de mercado.


“Hasta hace unas décadas las 3 funcionaban al mismo tiempo en todas las sociedad. Ahora estamos solamente en una sociedad de mercado que trata de laminar por completo la posibilidad de relaciones sociales basadas en la redistribución o en la reciprocidad. Una sociedad basada en el poscrecimiento puede pensar en desmercantilizar, dar más espacio a la reciprocidad y a la redistribución”, señaló Unceta.


Tratar de resolver el enigma sobre qué es la felicidad o cómo lograrla ha sido una preocupación de siglos. Hoy muchos creen que la idea de Buen Vivir podría dar algunas respuestas, pero en un momento incluso se vinculó la felicidad al crecimiento económico, lo que ya ha sido superado por los datos y por la realidad, por ejemplo, de muchos países desarrollados. El más reciente intento por “medir” la felicidad está apoyado por la Organización de las Naciones Unidas que desde hace unos años publica anualmente el Índice de la Felicidad (gráfico 4) basado en encuestas que contemplan 6 variables: producto interno bruto per cápita real, esperanza de vida sana, tener alguien con quién contar, libertad a la hora de tomar decisiones en la vida, libertad de corrupción y generosidad. Según el índice, Dinamarca ocupa el primer lugar; Togo, el último; y, el Ecuador está en el puesto 49 de una lista de 156 países.

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El presidente Correa, al crear la Secretaría de la Iniciativa Presidencial para la Construcción de la Sociedad del Buen Vivir en junio del año pasado, enfatizó que para su Gobierno lo más urgente es vencer la pobreza, pero que también hay que pensar qué viene después de eso. “Los países más ricos no son los países más felices y el objetivo es ser felices, el Buen Vivir”.


“El Buen Vivir busca ser una alternativa al modelo consumista de Occidente ... Debemos realizar políticas en función del Buen Vivir ... luego que esas personas dejan de ser pobres, ¿hacia dónde van?, ¿hacia consumir cada vez más?. Ahí viene la otra parte, concientizar, impulsar el Buen Vivir a través del sistema educativo, educar en valores, en principios, en un modelo de vida en armonía con la naturaleza, con los demás seres humanos”, manifestó. El camino aún es largo.

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