Corrían los años en los que la música se convirtió en una de las tantas drogas psicodélicas que se consumían en bares, discotecas y espacios principalmente frecuentados por jóvenes que clamaban por emociones fuertes y sonidos estridentes y convocaban a desnudar el cuerpo e integrarse en decadentes danzas bajo ritmos emergentes, provocadores y con un discurso estético con acento político.

Es preciso recordar que para finales de la década de los sesenta, la escena musical del mundo entero se hallaba conmocionada por los múltiples semilleros de sonidos diversos así como los estilos y modas que empezaban a copar las tiendas de ropa y las calles de las grandes metrópolis. Es en este escenario que emergieron diversas agrupaciones con propuestas sonoras que irrumpieron en la hegemonía musical de la época y permitieron experimentar fusiones y mezclas que años más tarde darían origen a diferentes estilos musicales como el new wave, el post punk y demás mezclas que fusionaban sonidos ácidos y letras que invitaban a flotar entre amplias gamas tecnicolor y atmósferas de desenfreno y bohemia absoluta.

Duran Duran, The Police, R.E.M, Devo, The Cars, Modern Talking fueron algunas de las bandas que junto a B-52s cosecharon un sonido fuera de lo común que atrajo a multitudes de jóvenes. Las estéticas sobrecargadas y altamente rebeldes fueron elementos constitutivos de esta nueva generación proveniente de los sesenta y floreciente en los siguientes años.

Pero existió otra corriente musical que se inclinó por la fusión de melodías más oscuras y decadentes, y fue así que surgió un enorme repertorio de bandas norteamericanas y europeas que trabajaron con sonidos fusionados desde el rock&roll sesentero hasta notas más fuertes y estridentes con ciertos toques punk, dark y metal, que dieron como resultado a los Siouxsie & the Banshees, Joy Division , The Cure, Bauhaus, Clan Of Xymox y The Systers Of Mercy, agrupaciones que dejaron una huella imborrable en las mentes de millones de jóvenes que se iniciaron musicalmente bajo sus líricas oscuras.

Decadencia, cuna de ídolos futuros

Para finales de los años sesenta se vivía a nivel mundial una decadencia extrema en cuanto a ideologías políticas, expresiones culturales y estéticas neorrealistas. Después del renombrado Festival de Música y Arte de Woodstock, realizado por primera vez en agosto de 1968, el mundo jamás volvería a ser el mismo. Santana, The Who, Ten Years After y Jimi Hendrix, entre otras tantas reconocidas figuras musicales dejaron una marca que perduraría hasta la actualidad.

Fue precisamente esa eclosión insurgente la que motivó a toda una generación a revelarse socialmente y a configurar nuevas dinámicas de sociabilización y construcciones estéticas que mostrarían corporalidades y estilos que con el tiempo serían absorbidas por el propio mercado y se elevarían a “modas” consumibles.

Sonidos como los de Pink Floyd, Led Zeppelin, Deep Purple, David Bowie, Queen y Abba entre otras recordadas bandas que dieron sus primeras tocadas a finales de la década psicodélica (sesenta), fueron fuente de inspiración para agrupaciones posteriores que decidirían incursionar en esa nueva escena con propuestas diversas.

Un bombardero que cae desde el cielo

The B-52’s fue una de esas pocas agrupaciones que logró detonar una serie de hits musicales durante de cuatro décadas. Originarios de la ciudad de Athens, Georgia, en EE.UU., se convirtieron en ícono de la nueva ola de sonidos New Wave que se apoderó de gran parte de la escena alternativa que empezaba a configurarse en la época.

Sus integrantes oficiales son Kate Pierson (voz, bajo, teclado, sintetizador, guitarra y órgano), Fred Schneider (voz, cencerro, pianola y teclados), Keith Strickland (guitarra, batería, bajo, sintetizadores, marimba, piano, teclados, caja de ritmos y coros), Cindy Wilson (guitarra, bongos, pandero y voz) y Ricky Wilson, que falleció en 1985.

Lo peculiar de la banda, además de su nombre, es su estilo y su propuesta escénica, en la que se fusiona una serie de elementos kitsch, post punk y groove , y logran definir una tendencia musical y exponer una estética sobrecargada que jugaba con elementos visuales como maquillajes exagerados, vestimentas llamativas y estilos corporales diversos (punk-metal-hippie); todos parte de esa creciente revolución cultural que arrancó a partir de los sesenta.

El nombre de la banda proviene del avión Boeing B-52, bombarderos usados por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, pero también se refiere al peinado apodado B-52 por su semejanza con la nariz del avión. Otra de las teorías que se han construido alrededor de la legendaria agrupación es que el origen del nombre proviene de un sueño que tuvo Ricky Wilson (miembro fundador), en el que figuraba una banda con el nombre B-52’s.

Su primer single, Rock Lobster, grabado en 1978, por DB Records, fue un éxito underground, que llevó a los B-52’s a tocar en lugares como la CBGB en Nueva York. Su primer álbum, The B-52’s, incluía versiones regrabadas de Rock Lobster y 52 Girls, junto con seis temas originales y una nueva versión del clásico de Petula Clark Downtown. El material tuvo un éxito inesperado, especialmente en Australia, donde llegó a ser disco de platino. Rock Lobster le dio a la banda su primera entrada en el listado Billboard Hot 100.

Su siguiente álbum, Wild Planet, alcanzó el Top 20 en el Billboard 200 en 1980, y obtuvo el disco de oro. Private Idaho fue su segunda entrada en el ranking Hot 100. En esta época, los B-52’s tocaron en Saturday Night Live y también se presentaron el festival Heatwave en agosto de 1980. Party Mix! fue su álbum siguiente, y contenía remixes que incluían temas de sus dos primeros discos y los presentaba en forma extendida.

A pesar de que las sesiones de grabación con David Byrne (de Talking Heads) fallaron, las grabaciones fueron lanzadas como el disco Mesopotamia. El álbum Whammy! (1983) llevó a la banda hacia una música más electrónica. Así, Legal Tender se convirtió en su tercera entrada a los rakings de música. Luego de las primeras ediciones de Whammy! llegaron los problemas legales con Yoko Ono sobre copyright, lo que los llevó a reemplazar la canción Don´t worry en las nuevas ediciones con Moon 83, una variación de su tema Theres a Moon in the Sky (Called the Moon) de su primer álbum.

En 1985, Ricky Wilson, guitarrista de la banda, falleció de VIH, y un año después saldría a la luz el álbum Bouncing off the satellites, último trabajo en estudio con el fallecido Ricky.

Uno de los puntos más altos de la carrera de la banda fue su participación en el Festival Rock-in-Rio de 1985, en Río de Janeiro, Brasil. En 1989 lanzaron el álbum Cosmic Thing en el que, entre otros singles, se destacan los reconocidos temas Love Shack y Roam, que ayudaron a la banda a posicionarse nuevamente en el puesto Nro. 1 de los Estados Unidos, convirtiéndolos en un éxito mundial.

En los noventa, fueron elegidos para elaborar la banda sonora de la película Los Picapiedras (1994), con su tema principal Meet the Flintstones. En el largometraje, aparecen con sus respectivos atuendos prehistóricos cantando el tema The Bedrock Twitch.

En 2008, fue lanzado el más reciente trabajo discográfico de la banda bajo el nombre de Funplex. Este es el primer álbum de estudio de The B-52’s después de 16 años, por la discográfica Astralwerks.