“Posiblemente algún desconocido había calumniado a Joseph K., pues, sin que este hubiese hecho nada punible, fue detenido una mañana”. Así se inicia una de las novelas más importantes de la literatura universal, El proceso, de Franz Kafka, una de las obras editadas por el Proyecto Editorial del Consejo de la Judicatura.

Desde hace un año, este proyecto está en marcha para difundir literatura de autores ecuatorianos e internacionales cuyos motivos literarios tengan relación con aquel concepto, lejano, para algunos, impreciso, tal vez, de la justicia.

¿Cómo acercar a la gente, al ciudadano a este concepto, fundamental en la estructura social? A través del arte, por supuesto, de la literatura, de aquella que hoy está al alcance de todos y no solo de quienes frecuentan las librerías o los lugares que mantenían ‘cautiva’ la cultura.

Literatura y Justicia es el nombre de esta colección, que cuenta ya con títulos como la ya citada obra de Kafka y otros: Diario de un médico loco, de Leonidas Andreiev; Yo acuso o el caso Dreyfuss, de Emile Zolá; Honorarios, de José de la Cuadra; La guerra de los yacarés, de Horacio Quiroga; Las tres ratas, de Alfredo Pareja Diezcanseco; Tom Sawyer detective, de Mark Twain; Agua, de Jorge Fernández; Un hombre muerto a puntapiés, de Pablo Palacio, una de las obras emblemáticas de la literatura nacional. Mención especial merece la publicación de Autobiografía admirable de mi tía Eduviges, de Francisco Tobar García, obra que presenta una durísima crítica a la sociedad conservadora que juzga a las mujeres que se atreven a salirse de su papel de sumisión y recato.

Pero estas obras no solo ofrecen el texto original de los autores, sino que también cuentan con prólogos de estudiosos de las Leyes y la Literatura, en una conjugación magistral de estas dos áreas. Así, podemos mencionar a Adriano Valarezo, narrador y librero; César Eduardo Carrión, poeta y catedrático; Lucrecia Maldonado, escritora y catedrática; Efraín Villacís, autor de dramaturgia; Fernando Tinajero, novelista; Íñigo Salvador Crespo, jurisconsulto y ensayista; Genoveva Tobar, dramaturga y actriz; Francisco Proaño Arandi, novelista; Néstor Arbito, abogado y estudioso de las Leyes.

Los dos primeros títulos de la colección fueron presentados en la Feria Internacional del Libro Quito 2013 por el presidente del Consejo, Gustavo Jalkh, y desde entonces, las ediciones también pueden encontrarse, en formato PDF, en la página del Consejo de la Judicatura, publicaciones bien cuidadas y que también circulan mensual y gratuitamente con diario EL TELÉGRAFO.

En preparación se encuentra ya Los miserables, de Victor Hugo, en una edición especial para conmemorar en diciembre la resolución por la que vio la luz la Declaración Universal de los Derechos del Hombre. También se espera la publicación de una antología de narradores ecuatorianos, entre los que se encuentran Adalberto Ortiz y Enrique Gil Gilbert junto a cuentistas jóvenes como Juan Carlos Moya y Javier Lara Santos. Por último, en las oficinas del Proyecto alistan una antología de cuentistas mujeres, que abordan diversos ámbitos, como el familiar, para exponer su particular visión de la justicia. Estas ediciones circularán por el mismo circuito anterior.

Para aquellos coleccionistas, curiosos y lectores, en general, que no pudieron obtener cualquiera de los libros de la colección en el día preciso en que fueron puestos en circulación, y que desean tener la edición impresa de estas obras, queda la opción de visitar las oficinas del Proyecto Editorial, en las calles Reina Victoria y Wilson, esquina. Ahí, bajo pedido, pueden acceder a la colección completa, de forma gratuita.

Tanto ha sido el impacto que esta colección literaria ha tenido en nuestro medio que jóvenes de Quito, Riobamba, Ambato y otras ciudades, han organizado clubes de lectura gracias a que cuentan con todas las obras. El ejemplo de Riobamba es notable: jóvenes poetas, que a su vez estudian Derecho, planean reuniones periódicas para discutir acerca de los temas tratados en Literatura y Justicia.

¿Qué más puede decirse de un proyecto que avanza con pasos propios y que se ha posicionado en nuestro imaginario cultural?

El Proyecto Editorial del Consejo de la Judicatura cuenta con un grupo completo de trabajo que, en un ambiente familiar y abierto al diálogo entre todos sus miembros, desarrolla las ideas que luego se condensan en material de lectura para la gente. Su director general, Efraín Villacís, y el editor, Antonio Correa Losada, están al frente de un equipo periodístico, de investigadores de la cultura, fotógrafos, diseñadores creativos y un valioso grupo de logística que trabaja todos los días para generar nuevas formas de difusión de las ideas relacionadas con el hasta hoy lejano mundo de la justicia.

Entre las otras publicaciones que maneja este proyecto se cuentan la revista Justicia para todos y la Gaceta Judicial, que circulan trimestralmente, sin costo adicional, con diario EL TELÉGRAFO.

La revista Justicia para todos reúne crónicas, historias diversas preparadas por el equipo periodístico del proyecto, con el único fin de acercar el concepto de justicia a los ciudadanos, a través de sus mismas vivencias, de aquello que pertenece al espacio público. Articulando temas alrededor de un eje central que, a su vez, conjugue las amplias definiciones de cultura y justicia, el Comité Editorial construye los temas para cada edición de la revista y, desde ahí, el equipo se centra en la elaboración de los artículos, pero siempre gracias a la colaboración de la gente, a las entrevistas con ciudadanos como sastres, artesanos, comerciantes, periodistas, campesinos, jóvenes y viejos, aquellos personajes que son los representantes de nuestra cultura.

Ya son cinco los números publicados.

La Gaceta Judicial, por su parte, es una publicación que anuncia el resultado de los casos judiciales, en un estilo tradicional, es decir, cumple las veces de mecanismo de difusión de la producción judicial e intelectual dentro de la Corte Nacional de Justicia.

Así mismo, la Gaceta reseña aquellos litigios antiquísimos en nuestro país, conflictos legales que en algún momento ayudaron a construir nuestro sistema judicial tal como hoy lo conocemos. Un ejemplo valioso de estas recopilaciones históricas es el alegato en el que participó Pablo Palacio, en calidad de abogado, en un litigio con la Nueva Cervecería del Azuay. Y quizá la reseña del alegato no sea tan interesante como la reflexión ofrecida por el escritor ecuatoriano con respecto a la situación jurídica de la mujer en aquellos tiempos:

Cualquier día de éstos va a estallar la gran revolución de las mujeres contra el artículo 24 del Código Penal, que autoriza al marido para matar a la mujer que no el ama; ahora que no se conquista a la mujer por la fuerza, sino con un clavel en el ojal, con un par de guantes, con un bastón y con una hermosa caída de ojos en una tarde primaveral.

Ambas publicaciones, la revista Justicia para todos y la Gaceta Judicial, pueden ser leídas desde la página web del Consejo de la Judicatura.

Al parecer, nuevas ideas se están gestando en este Proyecto Editorial para sumarlas a los logros ya obtenidos.

Felicidades en este aniversario a quienes hacen de este proyecto una realidad para los lectores de nuestro país.