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El prefijo no
¿Son correctas expresiones como “no violencia” o “no fumadores”? Seguramente en varias ocasiones nos hemos preguntado sobre este tipo de expresiones, pues, por un lado, nos suenan extrañas y, por otro, están tan asimiladas al uso que nos resultan familiares. Hasta hace algunos años, estas expresiones, en las que el adverbio no antecede a un sustantivo, se consideraban erróneas, por ser calcos de otros idiomas como el inglés y el francés, en los cuales se utiliza el prefijo non-; sin embargo, en la Nueva Ortografía, la RAE ya considera al adverbio no como un prefijo correcto cuando antecede a un sustantivo. De hecho, ya en el Diccionario Panhispánico de Dudas, publicado en 2005, se consideraba este uso del adverbio no. Ahora, para que no tengamos inconvenientes al utilizar este adverbio en la función de prefijo, revisemos algunas particularidades del uso.
En primer lugar, tomemos en cuenta que este adverbio se escribe separado por un espacio del sustantivo al que modifica, no utilizamos guion ni lo escribimos en cursivas. Lo correcto es “no violencia” y “no fumadores” en lugar de “no-violencia” o “no-fumadores”. Por otro lado, este adverbio, cuando cumple la función de prefijo indica la inexistencia de aquello a lo que modifica, y antecede a sustantivos abstractos (“no aprobación de la ley”, “no apoyo a la gestión”, “filmes de no ficción”, etc.) y a sustantivos que designan a clases de seres, como en el caso de “no fumador”. Su uso antes de un sustantivo concreto, a menos que este designe a un tipo de seres, sigue siendo restringido. De esta manera, no podemos decir: “Me regaló un no teléfono” o “Pasó por la no puerta”. Fijémonos simplemente en lo poco comunes que nos pueden parecer estas frases para no utilizarlas.
El adverbio no resulta tan flexible que no solo puede modificar a un verbo (que es la función de los adverbios), sino también puede escribirse antes de un adjetivo (por ejemplo, “actitud no beligerante” o “bebida no alcohólica”), de un participio (“noticia no contrastada” o “tipo no especificado”) o de otro adverbio (“Me lo explicaron no precisamente como había sucedido” o “Es un niño no muy alto”).
No obstante toda la flexibilidad que puede tener este adverbio, debemos tomar en cuenta que el español tiene otros prefijos, como des- o in-, que expresan exactamente la misma idea de exclusión que no. Aunque el uso de no antes de un sustantivo, un adjetivo, un participio u otro adverbio, podemos buscar palabras más adecuadas en las que el prefijo esté incorporado. Por ejemplo, en lugar de decir que la noticia fue “no creíble” podemos decir que fue “increíble”. O en lugar de comentar acerca de una sorpresa “no agradable” podemos utilizar el adjetivo “desagradable”. En este caso vemos cómo una de las maravillas de nuestro idioma, aparte de que se adapta fácilmente a las realidades, es que tiene muchísimas partículas que permiten formar palabras, solo es cuestión de atrevernos a utilizarlas.