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Desde la perspectiva Institucional
Ministerio de Cultura
Subsecretaría de Artes y Creatividad
Dirección de Artes Escénicas y Performance
Hablar de artes escénicas ecuatorianas, es una cuestión muy compleja. Lejos de poder analizar el fenómeno escénico a la luz de un marco conceptual que refiera a una tendencia o a un género definido, vinculado a una tradición, con un lenguaje escénico único; el teatro y la danza que se hace en el país se nos presenta como la imagen de un collage en el que aparecen superponiéndose instituciones, grupos, escuelas, directores, coreógrafos, dramaturgos, artistas, gestores culturales, estilos, formas y técnicas; que a su vez plantean estéticas y temáticas polisémicas, recurren a lenguajes artísticos diversos y ocupan espacios convencionales, tanto como plazas, parques, casas, galerías, calles, coliseos y espacios virtuales. En este sentido, la panorámica es difusa, rica en conceptos y modos de producción, que si bien no responde a una línea de continuidad, sí puede establecer ciertos referentes como una política de auto valoración y reconocimiento.
Para entender la complejidad de los procesos en la danza como producciones simbólicas y expresiones culturales, podríamos abordar los siguientes aspectos:
1.- La comprensión de las danzas y los bailes tradicionales del Ecuador, como procesos de escenificación y socialización de producciones simbólicas de determinados contextos. Las primeras responden a producciones dancísiticas construidas por los pueblos indígenas, negros, montubios y mestizos del Ecuador; que se relacionan con un ciclo ritual-vital y comunitario, dentro de un espacio común de construcción identitaria, que se alimenta de saberes trasmitidos a través de mecanismos de activación de la memoria. En los bailes, por otra parte, se facilitan las hibridaciones de las formas con danzas de otras culturas; donde los medios de comunicación van a ser los trasladadores de otros elementos dentro de la cultura mestiza ecuatoriana para preservar y difundir la música, la danza, las rimas y la narrativa oral de los pueblos.
2.- La referenciación de la danza moderna y el ballet como formatos de codificación del movimiento, que circulan a nivel global, tanto como determinan y/o dialogan con lo escénico local ya sea de forma consciente o inconsciente y que coexisten en los fenómenos de apropiación y de hibridación de formas. La Danza Moderna surge en Ecuador como una manera de expresar las realidades tanto sociales, como subjetivas de los creadores; donde los contenidos de las obras tienen una importancia mucho mayor que los aspectos formales de estas. En cuanto al ballet, sostenido ante todo por instituciones oficiales de la danza, se trasmite de manera irregular y no sistematizada; lo cual no permite que haya un trabajo serio de apropiación y desarrollo a nivel local. Así se lo construye siempre desde la omnipresencia de los ideales físicos y tipológicos que responden a estereotipos de la delgadez y la flexibilidad -sin muchas bases de conocimiento anatómico- y esto imposibilita un trabajo técnico solvente.
3.- Las aproximaciones a la danza contemporánea con otras formas de codificación del movimiento, o sus silencios, así como la interrelación con otras artes que amplían los límites disciplinarios de la actividad dancística. Podemos encontrar el Contact Improvisation y Flyinglow, dos técnicas muy susceptibles de hibridizarse y/o combinarse entre sí dada la similitud de sus principios, cuya dinámica de improvisación permite que bailarines, músicos y otros allegados experimenten procesos creativos. Por otra parte el performance, ha permitido desarrollar nuevas interrogantes acerca la relación de la danza con los métodos de trabajo y las concepciones provenientes de otras artes; así como el acercamiento al cuerpo como producción social y construcción significativa, ampliando los espacios de experimentación. El acercamiento a otras artes ha permitido ensayar formas interdisciplinarias como las instalaciones en espacios urbanos y virtuales como el video. En esta línea el videodanza abre también las puertas a nuevas maneras de concebir el cuerpo tanto escénico como tecnológico y también nuevas maneras de implementar lo coreográfico, en tanto se aleja de modos tradicionales de composición. Mientras otros grupos se han dedicado a experimentar fusiones con formas de danza urbana y hip-hop, danzas tradicionales, flamenco, tango, salsa.
En Ecuador las hibridaciones y apropiaciones en relación a los discursos dominantes en danza, se han dado de un modo muy particular y distinto que en otros contextos latinoamericanos. El hecho de no existir una educación formal en danza hace que los conocimientos no se trasmitan “tal cual” o englobados en un solo grupo de prácticas. Al contrario, surgen prácticas dispersas que parecen surgir de manera “espontánea” y que van configurando un canon local a través de establecer, repetir y legitimar estas prácticas.
En esta perspectiva, el Ministerio de Cultura a través de la Subsecretaría de Artes y Creatividad y su Dirección de Artes Escénicas y Performance, se plantea el objetivo de garantizar las condiciones de la producción escénica y apoyo al ejercicio de las prácticas artísticas para la población a nivel nacional. Así como valorizar y fortalecer las expresiones diversas que aquí solo se alcanzan a mencionar, como formas de conocimiento, de creación y producción simbólica en un marco de pluralismo, inclusión y diálogo intercultural.