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Premio
Ardillas, de Felipe Troya, ácida pero tierna
Un joven profesor de inglés recibió, el pasado jueves 11 de febrero, el Premio a la Joven Literatura Latinoamericana, que entrega la Casa de Escritores y de Traductores Extranjeros de Francia, un reconocimiento que cada año se celebra en un país distinto de América Latina. Se trata de Felipe Troya Cordero (Quito, 1988).
La novela de Troya, Ardillas —que originalmente se iba a titular América— , cuenta la historia de un adolescente latinoamericano que viaja hacia Estados Unidos, donde perderá la inocencia, en ese momento informe que es el paso a la adultez.
El jurado, compuesto por el poeta quiteño Edwin Madrid y los escritores Juan Villoro (México), Juan Gabriel Vásquez (Colombia) y Elsa Osorio (Argentina), eligió como ganadora a Ardillas, por ser una novela “ácida pero tierna” —como expresa el veredicto—. Esta obra tiene como tema central “los ritos del paso a la juventud en un momento que un adolescente deja de serlo y padece una extranjería del alma; de cierta forma, madurar equivale a un cambio de país”.
El Premio a la Joven Literatura Latinoamericana reconoce el trabajo de autores menores de 35 años que no hayan publicado en solitario. Como parte del premio, Troya viajará a una residencia creativa de ocho semanas en Saint-Nazaire y Marsella (Francia), para trabajar en una nueva novela. Ardillas se publicará en francés y español.
Aunque el premio cambia de país cada año, el rector de la Universidad de las Artes, Ramiro Noriega, anunció que desde 2017, la institución que dirige adoptará la organización de este galardón de forma permanente.