El Festival de Viña del Mar no se puede ver en la televisión local. A los canales de TV o no les importa o el precio de ese evento es muy elevado para el presupuesto local. Pero es el festival de la música más importante de Hispanoamérica y no tiene cabida en la parrilla, y menos en los denominados programas de chismes, más focalizados en tratar temas legales, con ligereza y parcializando las opiniones. Es más rentable para ellos enviar cámaras, y no una sino hasta tres del mismo canal a cubrir en algún cantón cercano temas judiciales y hechos de sangre. Todo lo que tenga que ver con sensacionalismo puro es bienvenido a esos espacios. Y la fórmula es sencilla, si la víctima o victimaria es mujer, tanto mejor, ellos la convierten en “cotizada modelo “,  o en  figura mediática”. Si de mentir y e sobredimensionar se trata, no hay líos, el papel o la pantalla aguantan todo. Es nuestra farándula. Lo ideal sería haber enviado a algún reportero a Viña del Mar. ¡Por favor!, estaban Maluma, Olivia Newton John e Isabel Pantoja entre las estrellas invitadas.

Ya olvidando las ligerezas a las que nos han acostumbrado, vamos a la parte medular, a lo que nos importa realmente, el festival que se realiza en la ciudad costera de Viña del Mar, es sin duda, una prueba más de la excelencia en televisión a la que nos tiene acostumbrados Chile. Es algo magnífico que cada año se supera a sí mismo, y que muestra la potencia económica que es Chile, y que muestra también lo minucioso y profesionales que son en la denominada mejor TV de Latinoamérica. Todo perfecto. A eso se suma el exigente y muy temido público de la Quinta Vergara,  ellos son los que otorgan los trofeos denominados Gaviota de Plata o Gaviota de Oro, a los artistas que se lucen en el escenario, en ocasiones las rechiflas del público han sentenciado y acabado con carreras, y si no pregúntenle a Xuxa.

Este año vimos a una imponente Isabel Pantoja. Más bella que nunca y con una voz tan potente como en sus mejores tiempos en los años 80. La presencia de la Pantoja conmocionó a todo Chile, no solo al público de la Quinta Vergara, recordemos que el año pasado esta bella mujer estuvo tras las rejas luego de comprobarse un vínculo entre ella y su exesposo, un político acusado de actos de corrupción mientras fue alcalde de una ciudad española. La Pantoja fue condenada a prisión y cumplió la pena en medio de las luces de las cámaras. Los enemigos de Isabel pensaron que era su final. Para nada. Cada vez que tenía permiso y salía de prisión la Pantoja aparecía guapa y frontal, lanzando besos. Ya ha cumplido su condena y regresó por sus fueros. El fallecido cantante Juan Gabriel le dejó una mansión como herencia. Y en su triunfal noche de regreso a los escenarios hispanos, en Viña del Mar ha sido aplaudida a rabiar. En escena no tiene mucho que ver ese escándalo de la cárcel y los actos de corrupción. En escena a quien se premia y aplaude es a la artista máxima, genial, única. La Pantoja está cantando como nunca y mejor que nadie. La cárcel, merecida o no, jamás la mermó.

Y Maluma es otra cosa. Más es fanatismo juvenil, Que ya sabemos que de él depende que eso sea temporal o no. Es marketing puro. Olivia Newton John dio su aporte. Voz potente también, Superó el cáncer y el olvido. Y ahí está, gigante en el escenario. Esos son los temas que la TV ecuatoriana obvia en su parrilla. Obvian también desde el pasado fin de semana los partidos de fútbol locales. TC y Gama ya no transmiten el fútbol nacional. Hay que ver si el público les perdona esta jugada. (O)