Los expendedores de droga y los robos luego de salir de las discotecas, son problemas que aquejan al sector de La Mariscal, en el centro norte de Quito.

De 30 a 40 dosis de estupefacientes se vendían semanalmente en este sector el año pasado, pero los operativos y la vigilancia en el sector continuarán este año para reducir el microtráfico, dijo el jefe Antinarcóticos de Pichincha, Mauro Vargas.

Tania N., dueña de un local nocturno hace cuatro años, ubicado en el sector, afirmó que, aunque los policías hacen sus rondas por toda la zona, los delincuentes encuentran la manera de cometer atracos cuando no se sienten vigilados.

“En la calle Juan León Mera se encuentran los vendedores de droga y, hace unos días, a mi carro le rompieron los vidrios para llevarse una computadora”, dijo.

La comerciante lamentó que no haya unión entre los propietarios de negocios de la zona, pues una buena coordinación entre todos podría evitar estos hechos.

La Mariscal, que es la zona rosa de la capital, se caracteriza por su marcado movimiento debido a la proliferación de bares, restaurantes, discotecas, ‘cybers’ y negocios relacionados al creciente turismo del sector.

Por eso, miembros de la Policía ofrecen apoyo a los turistas y ciudadanos a lo largo de la calle Mariscal Foch, conocida como la Plaza Foch de La Mariscal.

Edwin Echeverría, policía asignado a la zona, manifestó que los uniformados se ubican en diferentes puntos con la finalidad de prevenir y evitar cualquier acto delincuencial.

“Nuestra labor es realizar prevención, brindar información a los turistas y de actuación en cualquier situación de riesgo”, explicó.

El gendarme indicó que en horas de la noche recomiendan tener más cuidado a los ciudadanos, pues hay transeúntes que están en estado de embriaguez, lo que los vuelve vulnerables a sufrir robos.

Marcelo Acosta, propietario de un negocio ubicado en Juan León Mera y Joaquín Pinto, afirmó que la presencia policial sí es constante.

Sin embargo, observó que, a pesar de aquello, es cotidiano encontrar a los microtraficantes en el sector, a pesar de que hay operativos: “Siempre está aquí la Policía, cuando les pido que vengan, y hasta ahora no he sufrido asaltos”.

Los controles a los extranjeros son otros operativos de rutina que también realizan los uniformados a lo largo de ese sector para la protección de los turistas.

José Luis Ayala, agente de control migratorio, señaló que los operativos tienen la finalidad de otorgar seguridad al foráneo que se encuentra de visita en el país, brindándole asesoría en el tiempo de estadía o lugares por visitar.

“El extranjero debe siempre tener sus documentos, como el pasaporte o una copia con su tipo de visa”, manifestó.

Entre las actitudes que se podrían considerar sospechosas, el agente mencionó, por ejemplo, la extensión del tiempo de permanencia en el país sin justificación alguna o el nerviosismo evidente de la persona ante la presencia policial. “Por esa razón, recomendamos que siempre estén pendientes de su tiempo de estadía. Los controles migratorios se realizan en la mañana, tarde y noche, en todos los sectores turísticos de Quito como el Centro Histórico, el parque La Carolina o los centros comerciales. A esa hora nos colabora el personal del Grupo de Operaciones Motorizadas, (GOM)”, dijo Ayala.

Luis Sanguña, residente hace 10 años en La Mariscal, manifestó que el barrio evidenció un cambio con la apertura de la zona rosa “Ahora hay policías, hace 10 años no, por eso era muy peligroso”.

Vargas indicó que en el operativo de la Mariscal se detuvo a 12 personas involucradas en el microtráfico.