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El asesino sufrió rechazo en su infancia y creció en un hogar violento

‘Ted’ Bundy, el extraño que acechó y mató a universitarias

‘Ted’ Bundy, el extraño que acechó y mató a universitarias
04 de abril de 2014 - 00:00 - Redacción Justicia

De un joven estudiante universitario, de buena presencia, gentil y carismático, que se paseaba con su auto Volkswagen color crema por las ciudades de Estados Unidos, nadie sospecharía que se escondía un brutal asesino en serie. Theodore Robert Bundy, más conocido como ‘Ted’ Bundy, reconoció que mató a 30 mujeres.

Entre 1974 y 1978, una serie de crímenes inquietó a las autoridades policiales norteamericanas. Los estados de Washington, Utah, Colorado y Florida, fueron los lugares  donde ‘Ted’ Bundy cometió la mayoría de los secuestros y asesinatos de mujeres.  Y, al  parecer, no dejaba rastro alguno.  

Casi todas las víctimas compartían el mismo perfil:  Jóvenes, esbeltas, universitarias, bonitas y peinadas con la raya en medio. Bundy era un casi treintañero que había asistido a 2 universidades: Puget Sound y Washington, en las carreras de Derecho y Psicología.   

No tenía dificultad en entablar conversación con chicas de su comunidad o de cualquier ciudad donde se encontraba, con un único objetivo: matarlas. Ninguna sospechó que él se convertiría en su asesino.  

Infancia

‘Ted’ Bundy nació el 24 de noviembre de 1946, hijo de Louis Cowell, una joven madre soltera que lo rechazó por ser ilegítimo. Fue criado por sus abuelos maternos, y de acuerdo con las reseñas, creció en un ambiente de violencia intrafamiliar.

Durante sus años de infancia creyó que sus abuelos eran sus padres biológicos y que su progenitora era su hermana mayor. Al descubrir la verdad, guardó un fuerte resentimiento contra su madre. Esa rabia comenzó a expresarla aislándose de su familia y maltratando a los animales, con mutilaciones y sin mostrar signos de compasión.

Aunque en entrevistas posteriores él siempre se refirió en buenos términos a sus abuelos con los que creció, testimonios familiares de la época describían a Samuel Cowell, el padre de su progenitora, como un hombre que odiaba a los afros, italianos, católicos y judíos, y con temperamento violento. Lo que pudo haber influido en el comportamiento psicópata de ‘Ted’ hacia las mujeres.

Primeras novias

Durante sus años de universidad (1967), se enamoró de Stephanie Brooks, una hermosa e inteligente chica,  de buena posición social, estudiante de psicología. Sin embargo, 2 años después, cuando ella se graduó,  finalizó la relación por considerar que él carecía de objetivos claros en la vida y ‘falta de ambición’. Bundy nunca superó esa ruptura sentimental y se obsesionó con Stephanie, manteniendo contacto a través de cartas.

En ese tiempo, Bundy tuvo trabajos de mínima paga y en los que no duró mucho, incluso participó en campañas políticas del partido Republicano.

En 1969 inicia una nueva relación amorosa con Meg Anders, una mujer divorciada con una hija pequeña, que trabajaba como secretaria de la facultad de Medicina de la Universidad de Washington. En este centro de estudios se inscribe en la carrera de Psicología, donde se destaca por sus excelentes calificaciones, y es respetado por sus profesores.   

Llega a trabajar en la Línea de Centro de Crisis de Suicidio de Seattle (Washington), lugar donde conoce a Ann Rule, una exoficial de policía, quien se convertiría en su biógrafa al escribir el libro  “The Stranger beside me” (El Extraño a mi lado). Rule nunca notó nada problemático en el tiempo que trabajó con Bundy describiéndolo como un hombre ‘cordial, atento y con empatía’.       

Primeros asesinatos

No hay una fecha exacta del momento en que ‘Ted’ Bundy comenzó a asesinar mujeres. Pero, según los registros policiales, el 4 de enero de 1974 el hombre ingresó a la habitación de la estudiante Joni Lenz, de 18 años, la golpeó con una palanca metálica y la violó. Al día siguiente la chica fue hallada herida, sin embargo  sobrevivió con daño cerebral permanente. Bundy tenía 27 años.

Casi un mes después atacó a Lynda Ann Healy, de 21 años, estudiante en Psicología de la Universidad de Washington. Esta vez también entró en su dormitorio, la golpeó e inconsciente la sacó de la escuela. Al año siguiente, sus restos fueron encontrados en una montaña cercana.

‘Ted’ adoptó otro ‘modus operandi’, casi como un ritual: seguía a la posible víctima, se acercaba con cualquier excusa, para luego golpearla y estrangularla en su propia casa.   

‘Ted’ Bundy, no encajaba en el perfil tradicional del psicópata, al menos en la imagen, pues se estima que ninguna mujer que abordó se sintió atemorizada por él, al contrario, les inspiraba confianza.

Atracción fatal

En 1974 desaparecieron varias estudiantes universitarias y madres jóvenes, fueron alrededor de 8 mujeres  atacadas a plena luz del día y en la noche.  

Los testigos de la época recuerdan a un hombre joven y atractivo que presentaba problemas para abrir la puerta de su auto Volkswagen, pues tenía el brazo enyesado o iba cargando libros.

A partir de  ese momento solicitaba ayuda a las chicas, que ingresaban en su vehículo sin imaginar el destino fatal que tendrían por ser buenas samaritanas.

Su primer error lo cometió en noviembre de 1974, cuando se acercó a la joven Carol Daronch, en el estado de Utah. En esta ocasión no consigue asesinarla porque ella logra escapar golpeándolo en la cara. 

En la comisaría, la mujer narró lo sucedido a la policía, que logró de esa manera la primera descripción física del sospechoso y de su vehículo.  

Tuvo que pasar un año (1975) para que continúen las investigaciones. En tanto, en el estado de Colorado, 8 jóvenes desaparecieron, y después las hallaron muertas.

Con el retrato hablado, una amiga de su exnovia, Meg Anders, avisa a la policía  que ‘Ted’ Bundy podría ser el asesino que buscaban. Irónicamente, su exnovia también lo denuncia a la Policía de forma anónima.

Juicio y ejecución

Bundy fue detenido el 15 de agosto de 1975 por un patrullero, ahí encontraron evidencias que lo involucrarían con los crímenes. Esto fue llevado a juicio. ‘Ted’ usó su personalidad y carisma mientras era juzgado por sus  crímenes. Hasta la prensa de ese tiempo cayó en su embrujo, pues nunca lo trató como un asesino común.

El perfil psicópata de ‘Ted’ Bundy inspiró 3 películas para el cine y la televisión. Una de ellas, “El Extraño Acecha”, fue transmitida por un canal de televisión local en la década del 80.

Bundy, ejecutado en la silla eléctrica el 24 de enero de 1989, nunca se arrepintió de los asesinatos.

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