Abigail Heras y Cristina Campaña, dos de las tres mujeres vinculadas en el caso de los 10 de Luluncoto, levantaron ayer su huelga de hambre luego de 29 días.

La decisión la tomaron luego de que recibieron la visita de varios representantes de organismos de Derechos Humanos, que acudieron ayer a las instalaciones de la Cárcel de Mujeres de El Inca, en Quito, en donde se encuentran recluidas.

Elsie Monge, secretaria ejecutiva de la Comisión Ecuménica de Derechos Humanos (Cedhu) y coordinadora de la comitiva, conversó con las chicas y pudo convencerlas de deponer la medida.

Indicó que las jóvenes reconocieron que están totalmente debilitadas.

Antes de que esta comitiva ingresara al centro de rehabilitación, un equipo del Ministerio de Salud y del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos entró para revisar la condición de ambas. El personal médico encargado no quiso dar declaraciones a los medios.

“Las jóvenes han empezado a presentar problemas psicológicos. Se encuentran deprimidas”, señaló Mónica Vera, voluntaria del Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica.

En los exteriores del centro penitenciario se hicieron presentes representantes de la coordinadora de la Clínica Ambiental, Fernanda Soliz, y la trabajadora social de Inredh, Beatriz Villarreal.

Adicionalmente acudieron movimientos como Luna Creciente, la Asamblea de Mujeres Populares y Diversas y organizaciones de salud como Alames y el Movimiento Mundial por la Salud de los Pueblos, así como también decenas de amigos y familiares, quienes se presentaron con pancartas para exigir justicia para las procesadas, a quienes el pasado viernes se les negó la medida de hábeas corpus que fue solicitada ante el tribunal de la Corte Nacional de Justicia (CNJ).

Santiago Gallegos, uno de los jóvenes implicados en el caso, también se mostró preocupado por sus compañeras. “Esperamos que al final haya un proceso claro para todos nosotros y que se compruebe la verdad”. La audiencia de juzgamiento será el 21 de enero.