Redacción Ciudadanía

Con emoción, Carlos (10 años) recibió ayer una medalla por haber ganado en un campeonato de atletismo, que se realizó en las colonias del Buen Vivir 2015.

El pequeño es hijo de una persona privada de la libertad y, según contó, por primera vez pudo participar en un curso vacacional. Su sueño es ser futbolista. Como Carlos, 264 niños cuyos padres guardan prisión participaron de las actividades recreativas, en donde tuvieron la oportunidad de compartir con 8.000 compañeros.  

Ledy Zúñiga, ministra de Justicia, dijo que el proyecto tiene un objetivo inclusivo y se realiza pensando en la familia de quienes están en los centros de rehabilitación social del país.

Cristián Nepas, instructor de los niños, manifestó que trabajar con hijos de detenidos es gratificante.

“Son niños que necesitan amor”, dijo. Este criterio fue compartido por Pablo Lincango, otro instructor, quien aseveró que los chicos aprendieron muy rápido.

“Al inicio pensé que podrían tener un trato diferente, pero no, todo lo hicieron bien”, dijo.

Pamela B. (9 años) tuvo la oportunidad de compartir con otros chiquillos. “Pasé muy divertido y aprendí cosas nuevas, nos divertimos con todos”,  dijo. (I)