Carlos Daniel Martillo Pacheco, de 24 años, falleció en la explosión de material pirotécnico almacenado en una casa de las calles 10 de Agosto y 6 de Marzo, en Babahoyo, provincia de Los Ríos.

La detonación, ocurrida aproximadamente a las 20:05 del último lunes, también causó heridas a 10 personas, entre ellas seis niños y cuatro adultos. El herido más grave,  Carlos Olivo Acurio Gamboa, de 19 años, fue trasladado a Guayaquil, donde permanece asilado en la Unidad de Quemados del hospital Luis Vernaza de la Junta de Beneficencia.

Los otros afectados con heridas leves fueron identificados como  Rubén Acosta Santillán, de 31; Luis Villasagua Santos, de 19; y los menores Dariana Franco Vargas, de 10; Andry Franco Vargas, de 7; Darío Franco Vargas, de 5; Eloísa Escobar Santos, de 12; Carlos Escobar Santos, de 9; y Jesús Burgos Villao, de 9.

El reporte preliminar de la Policía menciona que, como consecuencia de la explosión, el cuerpo de la víctima no tenía sus extremidades inferiores, estaba destrozado.

Además, los agentes policiales constataron que la onda expansiva de la detonación provocó daños en alrededor de 11 viviendas.

La fiscal Dina Murillo Soto, quien acudió al sitio de la tragedia, constató que la casa donde se produjo la explosión era una bodega clandestina de material explosivo para la fabricación de camaretas, silbadores, diablillos y otros juegos de luces artificiales.

De las primeras indagaciones de la Policía se determinó que la desgracia se produjo por la manipulación antitécnica de la pólvora usada para la elaboración de las camaretas. (I)