Poder ingresar a las filas policiales es un sueño que verán frustrados 70 jóvenes manabitas, luego de ser estafados por una pareja que ofrecía enrolarlos de manera ágil, para lo cual debían realizar un pago que variaba entre los 3 mil a 7 mil dólares.

Los incautos aspirantes habían sido contactados en los exteriores de la Policía, donde María Rodríguez Zambrano, supuesta psicóloga de la institución uniformada, les ofrecía ayuda para que no hagan filas, ni cumplan con los procesos que se requieren para el ingreso.

Según contaron los jóvenes, la mujer realizaba llamadas a un supuesto Coronel al que le decía: "Si Coronel ya tengo 10 alumnos más listos con las pruebas físicas y psicológicas, dígame a donde los envió".  Estas expresiones hicieron creer a los jóvenes de que la mujer ejercía cierto poder.

Así los miembros de la Unidad de Inteligencia de la Policía Judicial hicieron seguimiento a las denuncias y procedieron a iniciar una investigación junto a la Fiscalía logrando detener a María Rodríguez Zambrano en un inmueble ubicado en la ciudadela La California.

Como evidencia los uniformados encontraron grabaciones, así como registro de las carpetas de los incautos aspirantes, exámenes de pruebas físicas y pruebas psicológicas, explicó el Mayor Marcelo Dávila, Jefe de Criminalística de Portoviejo.

El Coronel Marcelo Gónzalez, jefe de la Policía Judicial, explicó que dentro de la documentación también hay anotaciones donde las personas daban crédito a los aspirantes, los que en caso de ser miembros de la tropa debían pagar desde 3 mil dólares hasta 5 mil dólares. Mientras que quienes aspiraban ser oficiales debían cancelar hasta 7 mil dólares.

Los afectados explicaron a la Policía que un militar los citaba en las playas del Murciélago, en Manta, y Crucita, en Portoviejo, donde les desarrollaban pruebas físicos, mientras que las psicológicas las desarrollaban todos en Portoviejo.

Por este delito fueron detenidos el Cabo primero del Ejército Ecuatoriano, perteneciente al Grupo De Caballería Teniente Hugo Ortíz , Marcelo Vicente Solórzano Delgado y su esposa, María Rodríguez Zambrano. Pese a las pruebas encontradas el militar recibió una medida sustitutiva.