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El acusado del abuso sexual fue sentenciado a 16 años de prisión
Samantha conoció a su agresor en Facebook
‘Samantha’ dejó de estudiar. Tenía miedo. A sus 13 años la menor, de origen indígena, iba al colegio en las mañanas y por las tardes comercializaba boletos de lotería. El 23 de agosto de 2013, según relató, no fue a clases y se dedicó a trabajar desde las 10:00 hasta las 18:00. Las ventas estuvieron malas y no quería regresar a su casa, pues temía que su madre la reprendiera. Asustada se quedó sola hasta las 23:00 cuando un conocido se le acercó y le preguntó qué le pasaba.
La sicóloga clínica, Mariola Guzmán, quien conversó con la adolescente, contó que, según su versión, el individuo le dijo para ir a un motel y le recalcó que no pasaría nada. En el sitio “le pegó una cachetada y un puñete y abusó de ella”.
En el motel habría estado hasta las 05:00, ella no pudo dormir. La especialista le practicó a la víctima el test conocido como el de ‘la persona bajo la lluvia’, que consiste en dibujar ese escenario.
“Dentro de los resultados encontré que la menor denotaba inseguridad, temores, ansiedad, preocupación, presentaba ambivalencia afectiva”, precisó.
Johnny Mero, sicólogo clínico de la Unidad de Peritaje Integral de la Fiscalía de Guayas, manifestó que es indispensable que cualquier persona que ha pasado por un hecho traumático asista a un tratamiento sicológico. No explicó en qué consistiría el proceso, pues para eso hay que conversar con la perjudicada.
“Una relación no consentida ya es un evento traumático. La salud mental queda afectada. Cada personalidad es diferente sea hombre o mujer. El tratamiento depende mucho de sus experiencias, de sus creencias religiosas, de su filosofía de vida, de su parte genética, de la crianza de sus padres, no se puede generalizar. Como sicólogos debemos analizar su comunicación no verbal, jamás es igual. Hay personas que tienen resiliencia, es decir que los eventos adversos las fortalecen”, explicó.
Mero indicó que ni siquiera la edad de la víctima determina la reacción. “Hay diferentes reacciones al impacto emocional. Si la persona es introvertida, tímida, le puede afectar más”.
Además, a él le tocó analizar al procesado identificado como Juan Carlos V.M., también indígena. “No padece ninguna sicopatología”. El individuo fue sentenciado a 16 años de reclusión mayor especial como autor del delito de violación. También, debe cancelar $ 20 mil por los daños y perjuicios.
El trámite para denunciar una violación no necesita abogado
La unidad de Delitos Sexuales de la Fiscalía General del Estado (FGE) protege la integridad de la mujer y los integrantes de la familia cuando son víctimas de la agresión doméstica, maltratos físicos, sicológicos y sexuales. Además, los afectados reciben el tratamiento sicológico a través del Sistema de Protección de Víctimas y Testigos.
Los afectados deben denunciar el delito, para lo cual como requisito se debe presentar la cédula de ciudadanía. Para esto no se necesita abogado y el trámite es gratuito. En el proceso se garantiza la no revictimización.
La joven narró el hecho en la cámara de Gesell
La adolescente, durante el proceso, fue entrevistada en una cámara de Gesell (habitación acondicionada con visión unilateral).
Ahí respondió que ya no estudia, que llegó hasta tercer año de colegio y que ayuda a su madre con las cosas de la casa. “Yo pensaba que él era bueno, por eso (ese día) me quedé conversando. Luego me dijo para dar una vuelta, de ahí entró en un zaguán de una casa y al salir y me indicó que entre para conversar, después me empezó a tocar y yo le repetía que no lo hiciera. Me comenzó a pegar y quería salir, pero no me dejaba. Empecé a gritar y me dijo que le haría daño a mi mamá y a mi hermana”.
‘Samantha’ narró que luego Juan Carlos, a quien conoció a través de la red social Facebook, se quedó dormido y a la mañana siguiente me dijo que si me preguntaban algo “me pusiera de su parte, o sea que diga que fue por mi voluntad”. Él, quien supuestamente tenía mujer e hijos, en su versión aseguró que era novio de la menor.
Juan Guamán, fiscal de Asuntos Indígenas, indicó que él conoció el caso porque hay personas indígenas involucradas. “La realidad es que muchas menores pasan en la calle trabajando y exponiéndose a los peligros”. Agregó que algunas personas no denuncian estos hechos por desconocimiento, porque no quieren que se sepa o por temor a represalias. Esta Fiscalía solo conoce asuntos penales como robos, violaciones, estafas, violencia intrafamiliar, y también casos de tránsito.
William Aguilar, fiscal de la Unidad con Competencia en Delitos Flagrantes de Guayas, indicó que con el Código Orgánico Integral Penal (COIP) se modificó la pena para el delito de violación tipificado en su artículo 171, que sanciona el delito con una pena de 19 a 22 años de reclusión. (I)