La fabricación ilícita de metanfetaminas se ha concentrado tradicionalmente en América del Norte (principalmente en México y Estados Unidos) y el este y sudeste de Asia (China, Indonesia, Malasia y Tailandia), cerca de los principales mercados de consumo.

El Estudio Global Smart Update, el último de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Crimen Organizado (Unodc), muestra que la producción se ha extendido recientemente a otros países, como Guatemala, la República Islámica de Irán, Kenia, Nigeria y Sudáfrica.

La actualización también revela que en algunos países de África y Oriente Medio han surgido recientemente regiones tan importantes para el suministro de las metanfetaminas y que su fabricación también se ha extendido por Europa, aunque en niveles bajos, según el estudio.

La amenaza de drogas sintéticas, como la metanfetamina, anfetaminas y sustancias de tipo éxtasis y las nuevas psicoactivas (NPS), es un  preocupante problema mundial de las drogas.

Después del cannabis, estos son los segundos fármacos más consumidos en el mundo, superando el uso de la cocaína y la heroína, especifica la Unodc.