Publicidad

Ecuador, 31 de Julio de 2025
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
+593 98 777 7778
El Telégrafo
Ecuado TV
Pública FM
Ecuado TV
Pública FM

Publicidad

Comparte

Más del 50% de mujeres PPL cometieron delitos de drogas

Los ilícitos vinculados a drogas, contra la propiedad o contra la vida son las más cómunes en las cárceles femeninas de Ecuador.
Los ilícitos vinculados a drogas, contra la propiedad o contra la vida son las más cómunes en las cárceles femeninas de Ecuador.
-

La mayoría de las mujeres privadas de la libertad en América Latina es encarcelada por servir de correos humanos para el transporte de drogas o microtráfico, según el informe ‘Mujeres, políticas de drogas y encarcelamiento’, publicado por la Organización de Estados Americanos (OEA). En Argentina, Brasil y Costa Rica, más del 60% de la población carcelaria femenina está privada de libertad por delitos relacionados con esa sustancia.

Muchas de ellas tienen poca educación, viven en condiciones de pobreza y son responsables del cuidado de personas dependientes –niños/as, jóvenes, personas de mayor edad o con discapacidad. Las propuestas del estudio son: la despenalización del consumo, la proporcionalidad en las penas, aplicar indultos o amnistías, reforzar la aplicación del principio de la ley más favorable, entre otras.

Mujeres encarceladas en Ecuador

En Ecuador, en 2014, hubo 1.440 internas, de las cuales 751 cayeron por estupefacientes. En 2015, hubo 1.726 y el número de encarceladas por ese delito ascendió a 797.

Luego de esta, las infracciones más recurrentes fueron contra la propiedad (343) y contra la vida (187).

De acuerdo con cifras de la Dirección Nacional de Antinarcóticos, durante el 2016 (hasta inicios de diciembre) 1.893 mujeres fueron aprehendidas en los controles contra el narcotráfico y expendio al menudeo.

‘Romina’ (nombre protegido) es una extranjera que estuvo privada de libertad durante tres años y medio en el Centro de Rehabilitación Social (CRS), situado en la vía a Daule, en Guayaquil. A ella le encontraron 20 kilos de cocaína en su maleta. Asegura que fue engañada, que aún no se explica ni quién, ni en qué momento, ni cómo le cambiaron su maleta. “No pude demostrar mi inocencia. No tenía las pruebas, no pude demostrar que el equipaje no era mío, pues pese a que no se encontraban ahí mis pertenencias estaba facturada a mi nombre”.

Su sentencia era de ocho  años de prisión, pero por méritos obtuvo el beneficio de rebaja de la pena. Manifestó que era común el ingreso al recinto penitenciario de señoras capturadas por microtráfico. Las expendedoras contaban en los pasillos del penal que el dinero que tenían no les  alcanzaba para vivir y accedían a las ofertas de distribuidores de droga para vender ‘sobres’ sin salir de sus casas.

En cuanto al tráfico internacional ya no recuerda el número de ‘mulas’ con las que conversó. Las que más la asombraban eran las que ingerían cápsulas de narcóticos para llevarlas en el organismo. “No puedo creer cómo arriesgaban su vida por unos $ 6.000, pues ningún valor cubría el hecho de que si una les explotaba perdían la vida. Era común escuchar a las chicas que se dejaron convencer por el ‘verbo’ de los hombres: haz esto para salir de tus problemas, vas a pagar tus deudas, ayudarás a tu familia... Conocí a muchas que lo hicieron no por voluntad propia, sino por la presión, por la necesidad, porque tienen algún pariente enfermo o incluso por amenazas”.

‘Romina’ rememora que conversaba con chicas que poco antes de viajar ‘cargadas’ de la mercadería ilegal se arrepentían. Los narcotraficantes les respondían que no había marcha atrás que ya conocían donde vivían sus familiares y los matarían. Algunas lo hicieron una sola vez, otras ya estaban acostumbradas a vivir en ese mundo.

En el estudio consta que “la mayor parte de las ‘mulas’ son detenidas con cantidades de 1 a 2 kilos, ocultos en su equipaje o con frecuencia en sus propios cuerpos, por ingerir cápsulas de droga o la introducción de ‘huevos’ rellenos de la sustancia a través de la vagina. Si las cápsulas se rompen, la persona puede morir de una sobredosis. El mayor porcentaje es de extranjeras.

“Agradezco todo lo que me pasó, porque eso me ha hecho la mujer que soy ahora. Tengo un buen trabajo, conocí a Dios y mi vida cambió por completo. Yo me atrevo a dar este consejo. Si tienes la duda de cometer o no el delito piénsalo 5.000 veces si es necesario. Es mejor no perder tu libertad. Algunos no la pierden, pero viven esclavos de criminales y terminarán en un hospital o en una tumba”, concluyó ‘Romina’.

Los niveles más bajos de la cadena

En el informe de la OEA se precisa que según los estudios disponibles, la mayoría de las mujeres involucradas en el negocio de las drogas en la región están en el más bajo nivel de la cadena del crimen organizado, sea como pequeñas vendedoras, “correos humanos” de drogas o transportadoras de drogas. Ellas son fácilmente reemplazadas, es decir, su detención no tiene ningún impacto en la disminución del tráfico de drogas, o en la inseguridad ciudadana, la violencia o la corrupción que el negocio ilegal genera; son actores menores del tráfico.

Por el contrario, la prisión suele empeorar la situación, dado que reduce la posibilidad de que encuentren un empleo decente y legal cuando recuperan la libertad, lo que perpetúa un círculo vicioso de pobreza, vinculación a mercados de drogas y encarcelamiento.

Un agente de la Unidad de Inteligencia de Antinarcóticos (UIAN), que no puede revelar su identidad, repasó que durante 2016 regularmente fueron hombres los líderes de las redes de narcotráfico. Sin embargo, en el operativo ‘Sin Fronteras’, en Manta se detuvo a una mujer que tenía conexión directa con narcos colombianos a los que les proveía de las boyas con sistema de rastreo satelital que son usadas para encontrar la sustancia cuando es lanzada en altamar.

Enrique Bautista, jefe de la Dirección de Antinarcóticos de la Zona 8, que comprende los cantones Guayaquil, Durán y Samborondón, detalló que los traficantes que se dedican a actividades ilícitas tratan de ocultar su negocio utilizando personas vulnerables. “Pueden ser mujeres embarazadas, mujeres con niños, grupos de mujeres, todo con el fin de despistar a la Policía. También las utilizan para ingresar droga a los centros penitenciarios”. (I)

Publicidad Externa

Ecuador TV

En vivo

El Telégrafo

Noticias relacionadas

Pública FM

Social media