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Las evidencias atiborran la bodega de PJ de Quito
La bodega de 1.500 metros cuadrados de la Policía Judicial (PJ) de Quito resulta pequeña para guardar con la respectiva cadena de custodia las evidencias de los casos que se investigan. 150.000 objetos permanecen en este lugar desde 2010, entre el caos y la codificación.
Aproximadamente hace una semana la Policía convocó a nivel nacional a la ciudadanía a recuperar sus objetos robados, entre ellos las motocicletas, que se encuentran en las bodegas de la institución. El proceso tendrá una vigencia de un mes, luego de este período se chatarrizarán los vehículos.
En Quito, las 700 motos se encuentran en un terreno lleno de maleza, nada las protege del sol y la lluvia, algunas están oxidadas y deterioradas. En la última semana no se realizaron devoluciones.
La bodega está ubicada en la parroquia Calderón, norte de la capital. Recorrer el lugar resulta complicado debido a los objetos de todo tipo que están amontonados y empolvados.
Cada pasillo tiene miles de cosas que se mezclan entre sí: llantas arrumadas en medio de electrodomésticos, juguetes sobre una montaña de ropa y libros. Muebles, televisores y bicicletas obstaculizan el camino; metros más allá, sobre las perchas se encuentran mochilas, todo tipo de prendas de vestir, zapatos, repuestos, licuadoras y más.
Incluso cerca de las oficinas de los policías se hallan piletas decorativas, ventiladores, televisores, cuadros, aspiradoras y cientos de cajas selladas. En este mismo espacio se ubican paquetes de aceites comestibles, agua, azúcar, bebidas gaseosas, algunas ya caducadas.
Todos los objetos que reposan en esta bodega son producto de los operativos realizados por la Policía Nacional desde 2010. Solo en este año se embodegaron evidencias de 5.000 casos, es decir, de acciones antidelictivas efectuadas en el Distrito Metropolitano. Todo se encuentra bajo custodia.
El artículo 156 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) indica: “Se aplicará cadena de custodia a los elementos físicos o contenido digital materia de prueba, para garantizar su autenticidad, acreditando su identidad y estado original; las condiciones, las personas que intervienen en 1a recolección, envío, manejo, análisis y conservación de estos elementos y se incluirán los cambios hechos en el1os por cada custodio”.
En este caos existe un orden, pues la Policía tiene todos los objetos codificados por cada caso, nombre y proceso que emite la Fiscalía. “Todos los objetos pueden ser o son parte de una investigación. Si los peritos requieren estas pruebas para realizar sus indagaciones, pueden obtenerlas aquí”, indicó Santiago Garzón, agente judicial.
Agregó que en algunos lugares de la bodega existen roedores, sin embargo, los gendarmes deben trabajar en esas condiciones.
Reformas son requeridas
La PJ tiene 40 bodegas a escala nacional. Según Carlos Alulema, director nacional de la Policía Judicial, la mayoría es arrendada, por ello ven la necesidad de contar con espacios propios. “Al ser sitios alquilados no podemos adecuar los objetos, estamos trabajando en un plan de modernización”.
Alulema explicó que en este sitio se encuentran las pruebas de casos penales, objetos recuperados en robos, delitos flagrantes, allanamientos y decomisos.
Indicó que las pruebas químicas, huellas digitales, de ADN, entre otras, se resguardan en los laboratorios de Criminalística, mas no en las bodegas, puesto que son susceptibles de alteración. “Las pruebas como electrodomésticos, vehículos, armas y demás no se alteran y están siempre bajo vigilancia. Lo ideal sería tener un centro moderno donde se almacenen las pruebas. Estamos en ese camino”.
¿Desconocimiento o descuido?
Leonardo Jaramillo se dirigió hasta las bodegas de la PJ con el fin de recuperar un televisor que fue sustraído de su hogar, hace un año. Tras realizar el papeleo en la Fiscalía no pudo obtener su pertenencia, puesto que solo contaba con la factura del electrodoméstico y con uno que otro detalle técnico del mismo.
Con desdén agradeció a los agentes y regresó triste a su casa. “Hace poco me enteré de que los objetos robados podían ser recuperados, el trámite burocrático es un gran impedimento”, dijo Jaramillo.
El proceso para solicitar la devolución de las prendas robadas es el siguiente: verificar el objeto en la Fiscalía, presentar el documento en las oficinas de la bodega. El propietario debe contar con factura y registro de fabricación del objeto, para que sea devuelto.
En los últimos 6 años se embodegaron 150.000 objetos. Hasta la fecha se han chatarrizado 80.000. Según la PJ, en este período se ha entregado el 5% del total de los artículos en custodia. (I)