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La rehabilitación en los centros CAI incluye talleres de pintura y música
Cuando los menores que han tenido conflicto con la ley llegan a un Centro de Adolescentes Infractores (CAI) son evaluados por un equipo técnico, conformado por médicos, psicólogos, abogados y trabajadores sociales, con el objetivo de verificar sus condiciones y darles la atención que requieren. Así le explicó Karla Benítez, viceministra de Atención a Personas Privadas de Libertad del Ministerio de Justicia (foto), a Rodrigo Suárez, cabeza de la Secretaría Técnico de Drogas (Seted).
La funcionaria dio detalles acerca del tratamiento de desintoxicación y recuperación física y mental que se aplica a los menores que llegan al CAI con problemas de uso, consumo y abuso de sustancias sujetas a fiscalización. Dos jóvenes que culminaron sus medidas socioeducativas privativas de libertad en ese centro expusieron sobre los beneficios del Modelo Integral de atención socio-psico-pedagógico.
Benítez y Suárez recorrieron las aulas de clases y talleres de ebanistería, carpintería, costura, pintura, música y panadería para constatar cómo mejora la actitud de los adolescentes que ingresaron al centro por disposición judicial, y participan en actividades laborales, educativas, culturales y deportivas. (I)