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"La muerte de Gaibor fue por delincuencia común"
La muerte del sargento Sergio Wilfrido Gaibor Bosquez, implicado en el caso ‘González y otros’, fue producto de la delincuencia común. Así lo creen sus familiares, amigos y el teniente coronel Eduardo González Flores, jefe del operativo policial que el 19 de noviembre de 2003 dejó 8 fallecidos y 4 supuestos desaparecidos.
Para González, quien se comunicó con EL TELÉGRAFO, vía Whatsapp, los delincuentes que asaltaron a Gaibor conocían de antemano que iba a retirar una fuerte cantidad de dinero para dirigirse al recinto Paraíso de Villao a comprar maíz.
Ahí el expolicía fue interceptado tras pincharse las dos llantas de atrás del carro Nissan Tiida, color negro, en el que se movilizaba, con una compañera de trabajo.
“La muerte de Gaibor es producto de la delincuencia común. Él trabajaba y trasladaba dinero y alguien que conocía que ese día llevaba dinero debe haberles dado la información para que lo asalten... y debido a las amenazas permanentes recibidas usaba otro nombre para precautelar su integridad y la de su familia”.
El exoficial de la Policía detalla que, según la información que maneja, 5 delincuentes armados fueron los que actuaron en la emboscada. “Bajaron del vehículo a Gaibor, lo golpearon y le dispararon. Seguramente los delincuentes lo identificaron y por eso le dispararon. Eso es consecuencia de haber luchado por tantos años contra la delincuencia”.
Sobre el descubrimiento de la falsa identidad de Gaibor por la Policía, tras inconsistencias en los códigos decodactilares del cadáver que ingresó a la morgue con el nombre de Eduardo Saturnino Sánchez Alvarado, González niega tal situación. “No sabían nada (policías de medicina legal) hasta que llegaron los familiares a reclamar. No hay tal descubrimiento”.
El oficial, prófugo por la justicia ecuatoriana, cuestiona que han pasado 11 días del fallecimiento del exsargento Gaibor y pese a que su identidad fue confirmada no entregan el cuerpo a su esposa para su velación y sepultura.
“Los familiares están desesperados al no poder retirar el cuerpo y darle cristiana sepultura. Ya fue identificado por Criminalística, sin embargo no les da la gana de entregar el cadáver. Los están llamando a amedrentar a los familiares de Gaibor. Exijo que se entregue el cadáver a su familia y que la Fiscalía General ordene se investigue para dar con el paradero de los causantes de este asesinato”.
Fiscalía indaga asalto
Al respecto, el titular de la Fiscalía General, Galo Chiriboga Zambrano, ratificó ayer en Guayaquil que ordenó una investigación exhaustiva de los hechos que derivaron en la muerte de uno de los imputados en el caso ‘González y otros”.
En cuanto al hallazgo en Venezuela de Erwin Vivar Palma, quien constaba como desaparecido con Jhonny Gómez Balda, César Mata Valenzuela y Darwin Cañar, tras los hechos en la farmacia Fybeca, el jefe del operativo cuestionó que la Fiscalía lo mantenga como testigo protegido pese a que engañó a la justicia y al país durante 13 años. “La historia mal inventada por el delincuente Vivar es falsa desde todo punto de vista. Tendrán que responder porqué lo tuvieron escondido un año a Vivar en Venezuela y permitieron seguir engañando a las autoridades y pueblo, en general, sobre la supuesta desaparición. Siendo autor confeso del asalto no lo trajeron al país cuando se tramitaba el doble juicio contra nosotros. Ese pillo era pieza fundamental en ese doble juicio... En el caso Fybeca no hay desaparecidos”.
González insistió en que el miércoles 19 de noviembre de 2003 él y otros 19 policías a su mando perseguían al delincuente más buscado de la época: Marcos Eduardo Castro Carpio, quien se escondía en la ciudadela Las Orquídeas, pero en la intersección de las avenidas Francisco de Orellana y Demetrio Aguilera Malta recibió la información sobre un asalto en proceso en la farmacia Fybeca y se desvió del rumbo ya trazado.
Actualmente, contra González pesa una orden de captura por estar llamado a juicio, y está en la lista de los ‘más buscados’ del país por ejecución extrajudicial y desaparición forzada de personas.
Mientras tanto, la esposa de Gaibor, quien prefiere mantenerse alejada de la prensa por seguridad y tranquilidad de sus hijos, hasta ayer esperaba el cuerpo de su cónyuge. (I)