Acostados en una amplia cama, enlazados por una misma cadena que rodeaba sus pies izquierdos, fueron encontrados Manuel y Ruth, 2 hermanos de 17 y 14 años respectivamente. Ellos, al mediodía de hoy, fueron rescatados por agentes de la Dirección Nacional de Policía Especializada en Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen) y personal del Ministerio de Salud Pública (MSP), quienes llegaron hasta su vivienda, ubicada en la Coop. Mélida Toral, en la Isla Trinitaria, al sur de Guayaquil.

Su madre, de quien ser reserva el nombre, lamentó haber tenido que llegar hasta esa instancia con tal de que ambos no salieran de casa a consumir la droga conocida como hache.

"El mayor tenía 3 años consumiendo y la menor, 1 año. Conseguían la droga en el colegio", manifestó la mujer.

Los chicos, a decir de moradores que prefirieron no revelar sus identidad, adquirían la droga en un inmueble cercano al suyo, el cual señalaron sin dudar. Sin embargo, al pedirles que mencionaran eso en grabación, dijeron que preferían no meterse en problemas.

Después de que los agentes estuvieran cerca de 30 minutos adentro de la casa de bloques, bordeada por un cerramiento de cañas y madera, se llevaron a los menores y a los padres a la Dinapen para coordinar las atenciones que requerían.

"Esto es un proceso un poco largo, primero tenemos que desintoxicarlos. Hay que reanimarlos esa fuerza espiritual. Ellos han mostrado toda la intención de cambiar", indicó Ernesto Isidro, psicólogo del MS.

Según el especialista, se aplicó una técnica de hipnosis de relajamiento para reanimarlos. "Este es un proceso científico. Lamentablemente son muchos los casos de adolescentes utilizados por estas mafias", agregó.

Carlos, un joven de 18 años, quien dijo ser amigo del mayor de los hermanos, señaló que los menores no salían desde hace una semana de su vivienda y que eso les pareció extraño. Sin embargo, no sabía si alguien del barrio le avisó a la policía. Además confesó que también es consumidor hache y que quiere ayuda porque no quiere hacer sufrir a su familia.

"Mi amigo cambió bastante, empezó a bajar de peso y ya no salía a jugar pelota". Además confesó que al adolescente lo buscaban para asesinarlo, debido a que una persona le dio sobres con la droga para que la vendiera y se la consumió".

Unas vecinas que se aglomeraron afuera del inmueble aseguraron que la madre de los menores era maltratada y que se enteraron de que una vez la niña de 14 años agarró sin permiso el dinero de la comida para ir a comprar el estupefaciente. "Ella se desaparecía de la casa y se iba por Bastión Popular para drogarse".