La Fiscalía del Estado prepara la reconstrucción de los hechos en el caso ‘González y Otros’, con lo cual se pretende confirmar la versión de Erwin Vivar realizada mediante videoconferencia ante la Corte Nacional de Justicia (CNJ).

El 7 de julio, Vivar reveló que mantuvieron 10 reuniones para planificar el asalto a la farmacia de la ciudadela La Alborada, en el norte de Guayaquil, el 19 de noviembre de 2003. Otra de las revelaciones del testigo protegido, localizado por la Fiscalía en Venezuela, es que el policía Sergio Gaibor y el expolicía Érick Salinas, quienes lo detuvieron, eran parte de la banda que pretendía asaltar la farmacia mencionada.

Vivar ratificó que estuvo en la farmacia el día del asalto y presenció el operativo, con su sobrina política Seydi Vélez. Minutos después la Policía empezó a disparar. Luego de haber controlado la situación, Vivar asegura que observó cómo los policías dispararon a varias personas, entre ellas al mensajero del local. Como autor de este hecho mencionó a Salinas, quien purga una pena de 25 años de reclusión por la violación de su hija.

En su versión, el testigo protegido dice también que el policía que lo detuvo lo esposó y luego lo trasladó a una camioneta. Después llegó otro detenido que fue fotografiado por la prensa, pero en corto tiempo dejó de escuchar su voz. En la Policía Judicial de Guayas confesó que lo torturaron con electricidad y perdió el conocimiento.

El testigo recordó que su esposa pidió por teléfono a los policías que lo liberaran, pero los gendarmes lo insultaban y torturaban y uno de ellos llegó a decirle: “no te preocupes porque igual vas a morir”. Tanto el testigo como Jhonny G. permanecieron detenidos por varios días en la Policía Judicial y luego llevados al estero Salado, contiguo al lugar. En ese sitio les dispararon, pero él logró salir con vida. Dolores Briones, viuda del mensajero asesinado, dijo no creer en la versión de Vivar. Lo mismo aseguró el abogado Luigi García, defensor del teniente coronel González. (I)