Los familiares de Owel Jaciel Cañola Zambrano, joven estudiante esmeraldeño asesinado en Machala, en 1985, esperan el llamado a juicio para los exagentes del Servicio de Investigación Criminal (SIC) de El Oro, presuntos responsables de la tortura y ejecución extrajudicial.

Ello, luego de que en la audiencia de formulación de cargos, el 23 de noviembre de 2016, el juez de Garantías Penales de El Oro, Vicente Arias, acogió el pedido del fiscal del caso, Ángel Cujilema, de ordenar el arresto domiciliario para cuatro de los exagentes investigados.

Además, dictó la prohibición de salida del país y se dispuso la presentación periódica ante la autoridad judicial a otros dos procesados.

Fidel Jaramillo, director de la Comisión de la Verdad de la Fiscalía, indicó que esas medidas aseguran que esas personas estarán presentes en las siguientes etapas del proceso.

Según la investigación de la Fiscalía, la Policía detuvo a Jaciel Cañola el 27 de febrero de 1985, acusado de robo a una joyería de Machala. Luego fue trasladado al Comando Provincial, donde presuntamente lo golpearon y torturaron. Como consecuencia de las heridas fue llevado al hospital Teófilo Dávila, donde se confirmó su muerte.

La familia Cañola buscó a Jaciel durante cuatro horas, sin resultados. Posteriormente, su cuerpo sin vida fue entregado por tres policías del  SIC.

Al día siguiente, Pablo Cañola Quiñónez, padre de Jaciel, presentó la denuncia en contra de los exagentes de la Policía.

Berenice Zambrano, madre de la víctima, tras varios intentos fallidos en la judicialización del caso decidió abandonar el proceso, al no encontrar respuesta de las autoridades judiciales y ser amedrentada por los policías.

Daniel Cañola, presidente de la Asociación de Negros del Ecuador, se apersonó del caso en búsqueda de justicia, hace 6 años. “El sufrimiento de nuestra familia ha sido muy fuerte, es doloroso, no queremos que esto le pase a nadie”. Ayer se reunió con el fiscal Jaramillo para exigir justicia. (I)