Agentes de Criminalística recogieron varios indicios en la vivienda donde habrían asesinado el 22 de febrero a las turistas argentinas Marina Menegazzo y María José Coni. La casa pertenece a Segundo P.M., uno de los 2 sospechosos detenidos por el doble crimen. Según informó la Policía, entre los rastros recolectados en la escena del crimen constan las manchas hemáticas halladas en los colchones, así como un teléfono celular y las 2 mochilas que pertenecían a las víctimas, lo cual ingresó a la cadena de custodia.

Los agentes procedieron a la fijación, reconocimiento, embalaje de los objetos y muestras que podrían ser importantes para esclarecer los hechos. Según el reglamento de la Fiscalía, las evidencias deben ser almacenadas en las bodegas de la Policía Judicial y en los laboratorios de Criminalística, en el caso de las muestras biológicas.

Estas medidas se toman de acuerdo con lo que dispone el artículo 456 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) sobre la aplicación de la cadena de custodia. Además existe un reglamento emitido por la Fiscalía donde se anotan los pormenores de manera que sigan un riguroso control y puedan usarse como prueba en el juicio.

El fiscal de Pichincha, Gustavo Benítez, explicó que en el caso de las pertenencias de las víctimas se pueden devolver a los familiares siempre y cuando no tengan relevancia jurídica. Lo decide el fiscal del caso.

El reglamento indica que el egreso de las evidencias se lo realizará previa orden escrita de los operadores de justicia y será de responsabilidad exclusiva del custodio del centro de acopio transitorio o permanente.

Benítez dijo que en la escena del crimen se recopilan los indicios, los cuales pasan a ser evidencia cuando se someten a un peritaje que determina la relación con el hecho que se juzga. Además, de acuerdo con la asistencia penal internacional se puede permitir el acceso a peritos extranjeros a los indicios y evidencias bajo supervisión. (I)