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Asesino en serie fue condenado a muerte, pero sigue vivo
Estrangulador invitaba a sus víctimas a beber
Cerca de 70 asesinatos ocurrieron en California, Estados Unidos, entre 1971 y 1983, muchas de las víctimas aceptaron tomar una copa con un desconocido, pero terminaron violadas y torturadas.
Randy Steven Kraft nació en Wyoming, Estados Unidos, el 19 de marzo de 1945. A sus 3 años su familia se mudó a Westminster, en el condado de Orange, California, donde estudió la primaria, secundaria y universidad.
En junio de 1963 ingresó a la Universidad de Claremont McKenna, en Pomona. En 1964 se unió al Reserve Officer Training Corps, un grupo que estaba a favor de la guerra de Vietnam, además fue asistente de la campaña presidencial de Barry Goldwater.
Su vida era normal hasta 1965, cuando se dejó crecer el cabello y el bigote para convertirse en un izquierdista. Las cosas se pusieron más extrañas cuando consiguió un empleo como cantinero en un bar exclusivo para homosexuales.
A finales de ese año, en la universidad, ya circulaban rumores de la atracción que tenía hacia las personas de su mismo sexo. Su compañero de cuarto recuerda que Kraft solía desaparecer entre semana y siempre regresaba en horas de la madrugada.
En 1966 Kraft se mudó fuera del campus académico, compartiendo el apartamento con un amigo en Huntington Beach. En sus ratos libres frecuentaba bares gay.
El mismo año se le insinuó a un policía encubierto, por lo que fue arrestado, pero dejado en libertad condicional. Nadie, ni siquiera el mismo Kraft, sospechaba que se convertiría en un asesino serial.
La agitada vida nocturna que llevaba no fue un obstáculo para que se gradúe relativamente temprano, a sus 23 años, puesto que tenía un coeficiente intelectual de 129. Aún con esa edad consiguió trabajó en otra campaña política, la de Robert Kennedy, quien luego fue asesinado.
Al quedarse sin empleo se enlistó en la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. Superó el examen de ingreso y fue enviado a la Base Aérea Edwards, en Los Angeles, donde supervisaba el proceso de pintar aviones de prueba.
Confesión ante sus padres
En 1969 Kraft sorprendió a su familia al declararse homosexual, pero no imaginó que de eso también se enterarían sus oficiales superiores, quienes le dieron de baja por supuestas deficiencias médicas, producto de ello debió abandonar su carrera militar.
Kraft retomó su carrera como cantinero; además se dedicó a consumir drogas y cerveza, por ello perdió peso de manera excesiva. Sus gustos homosexuales se volvieron más intensos y de paso surgió en él un deseo de asesinar.
Inicio de su carrera criminal
En marzo de 1970 se le atribuyó un primer ataque a Kraft, este fue en contra de Joseph Fancher, de 13 años, quien había escapado de su casa. El adolescente subió al auto del asesino cerca de Huntington Beach, y luego de ello fue debilitado con marihuana y pastillas disueltas en el vino.
Joseph estaba poco consciente cuando Kraft lo desvistió, violó y dejó encerrado, pero resistió y logró escapar después de que el agresor se fue a trabajar.
El muchacho buscó ayuda en un bar y sus dueños de inmediato llamaron una ambulancia. En el hospital los doctores le hicieron un lavado estomacal.
Joseph guió a la Polícia a la casa de Kraft, allí encontraron drogas y fotos de él teniendo sexo con muchos hombres, pero como la investigación se realizó sin una orden judicial, no pudieron arrestarlo.
En diciembre de 1971 ya dejó su primera víctima mortal. A un lado de la ruta 74 (Ortega Highway), la Policía encontró el cuerpo descompuesto de Wayne Dukette, un cantinero gay de 30 años; la autopsia reveló que falleció por lo menos 3 meses antes.
En 1972 encontraron más cadáveres en el sur de California, específicamente en la ciudad de Long Beach, en el condado de Orange y en San Diego; muchos eran de jóvenes marinos.
Los patrones de ejecución eran similares: tenían el pezón izquierdo quemado por el encendedor de cigarrillos, así como rastros de haber sido forzados sexualmente y de haber consumido licor mezclado con drogas.
Posteriormente hallaron los restos de Edward Moore, un marino de 20 años; el de Ron Wiebe, un joven que salió a divertirse; y el de Vincent Cruz Mestas, quien fue encontrado en el monte de San Bernardino. A esas alturas ya sabían el modo de operar del asesino: invitaba a beber a jóvenes, los drogaba, violaba, torturaba y estrangulaba.
Desde marzo de 1976 hasta diciembre de 1979 los asesinatos se volvieron más brutales, consecutivos, y las víctimas eran menores de edad. Entre esos casos constan Oliver Molitor, de 13 años;Larry Armendáriz, de 14; y Randall Moore, de 16 años. Pero en otro de los cuerpos, el de Eric Church dejó un rastro de semen con lo que identificaron a Kraft.
La detención y juzgamiento
Pese a que el asesino era muy hábil y había eludido a la Policía por mucho tiempo, fue detenido por conducir ebrio. El oficial que le ordenó detenerse se percató de que el hombre llevaba el cierre del pantalón abajo, por lo que hizo una revisión minuciosa del vehículo y encontró alcohol, tranquilizantes y manchas de sangre, estas últimas eran de Terry Gambrel, cuyo cuerpo estaba en la cajuela.
En las investigaciones que se llevaron a cabo a raíz del arresto de Kraft descubrieron ropas y otras posesiones de hombres desaparecidos que fueron encontrados muertos durante 10 años. Además hallaron una lista con referencias de 65 muertes, lo que fue prueba suficiente para llevarlo a juicio.
Su juicio fue el más largo y costoso en la historia del condado de Orange. En septiembre de 1983 Randy Steven Kraft fue acusado de 16 asesinatos, 11 cargos de sodomía, 9 de mutilación sexual y 3 de robo.
En enero de 1984 los fiscales de distrito presentaron por escrito 21 asesinatos más, por lo que fue encontrado culpable y sentenciado a muerte. Actualmente espera ser ejecutado en la prisión estatal de San Quentin en California, pues según reporte de la prensa no se ha definido de qué forma se le debe quitar la vida. (I)