El año pasado en México se registraron 105.682 secuestros entre el conocido como “virtual”, realizado por teléfono, y  el "exprés", en el que al afectado  lo llevan a varios  cajeros automáticos para sacarle todo el  dinero posible.
 

Los integrantes del grupo musical español Delorean quedaron libres  después de ser víctimas en México de un "secuestro virtual", en un hotel del barrio capitalino de Roma.  
Esta es una versión sofisticada de la extorsión telefónica. Los delincuentes llaman a parientes de personas que suelen estar incomunicadas para hacerles creer que los secuestraron y pedirles cantidades de dinero no muy difíciles de reunir a cambio de no torturarlos o matarlos.

Asimismo se contactan con las víctimas para que no salgan del lugar en que se encuentran, con amenazas o con pretextos de que algo va a pasar afuera, suelen hacerlos sentir vigilados.
Según el portavoz del Gabinete de Seguridad de México, Eduardo Sánchez, "en una acción conjunta de la Policía Federal y de la Interpol fueron liberados”.

Desde que se conocieron los hechos, representantes de la Embajada de España en esta capital se movilizaron y coordinaron acciones con la Policía Federal mexicana, quienes los liberaron.

En el hotel donde estaban registrados los músicos no se los pudo localizar, aunque sí se vio a varios agentes de la Policía Federal que salieron del lugar, sin hacer declaraciones a los periodistas.

Las autoridades mexicanas alertaron sobre este tipo de delito para que las víctimas no caigan en estos engaños telefónicos que se sufren con mucha frecuencia.

Sánchez señaló que este tipo de extorsión se resuelve la mayoría de las veces "colgando el teléfono" y que se hará un diseño especial para que "los visitantes extranjeros estén debidamente alertados".

El caso de Delorean se suma al  que afectó a un empresario español a fines de septiembre, en Querétaro. En ese caso, el empresario fue amenazado por personas que se hicieron pasar por integrantes del cártel de Los Zetas, que pidieron un millón de pesos (unos 60.000 euros) a un pariente y obligaron al empresario a permanecer en un hotel hasta recibir el rescate.