Publicidad
'El Rojo' ejercía poder sobre Ponce Mina
‘Analí’ (nombre protegido) es una turista argentina que lleva viviendo dos años en la comuna Montañita, en la provincia de Santa Elena, y cuenta que conoció a Segundo Ponce Mina como una persona agradable y buena gente que más de una vez había alojado a personas en la casa donde vivía, aproximadamente a un kilómetro y medio del centro turístico del balneario, en el sector conocido como Nueva Montañita o Casita de Colores.
Sin embargo, reconoce que no hay que ‘meter las manos al fuego por nadie’ y esa idea la tiene más presente después de que se enteró lo que ‘El Negro’, como también lo llamaban a Ponce, supuestamente le hizo a las dos chicas argentinas.
No es la única que en Montañita habla bien de ‘El Negro’. Don Javier, un vendedor de cocteles, menciona que siempre lo veía pasar por el callejón donde vende los licores y saludaba con educación, no había malos comentarios de él.
Ponce, quien desde hace dos años trabajaba como guardia comunitario, fue sentenciado a 40 años de privación de libertad como autor del crimen de María José Coni y Marina Menegazzo. En el juicio que se realizó del 8 al 17 de agosto, el mismo Segundo confirmó que ‘El Rojo’ le dijo que las aloje porque antes en su domicilio dejó vivir a una turista venezolana.
Aurelio de la A, quien trabajaba en el área de mantenimiento de un hotel cercano a la playa es menos conocido en el lugar. Él recibió la misma condena, pero como coautor. Este último tiene el alias de ‘El Rojo’. Sus familiares aseguraron que su error fue ayudar a las chicas porque es muy generoso.
Dolores Mendoza, quien después del crimen efectuó una valoración médica a Segundo, informó en el juicio: “me comunicó que había cometido un asesinato a dos jóvenes argentinas en Montañita con un objeto contundente y con un cuchillo”.
Resultado de autopsia psicosocial
María Dolores Coloma, fiscal encargada del caso y de una segunda indagación para determinar si hubo más implicados, informó que en una autopsia psicológica se determinó que Aurelio de la A ejercía dominio sobre Ponce y que lo obligaba a drogarse. “Los peritos concluyen que el poder y el mando lo ejerce ‘El Rojo’”.
Esta pericia la realizan especialistas en Psicología Clínica y Trabajo Social, quienes elaboran tests y entrevistas con 54 parámetros para determinar la conducta. Esto incluye adentrarse en la comunidad para descubrir patrones del comportamiento que se comparan con lo recabado en la investigación.
El consumo de estupefacientes, en el caso de ‘El negro,’ se comprobó cuando se recabaron indicios en el domicilio donde habitaba y ocurrió el doble crimen, pues debajo de su colchón se encontraron más de 30 pequeñas fundas vacías, las que regularmente utilizan los microtraficantes para vender las dosis.
Ponce vivía 2 años en Montañita
Iván del Pezo, presidente de la comuna Montañita, durante el juicio explicó que Segundo llegó a ser guardia comunitario “por la necesidad institucional de controlar los negocios informales en las calles y playa... como el señor Ponce Mina vive dos años en la localidad y no tenía antecedentes legales se lo contrató”. Por esta labor recibía una remuneración de $ 350. “Nunca tuve alguna queja de mal comportamiento de él con personas extranjeras ni habitantes de la comuna”.
El custodio nunca reportó el trabajo informal al que se dedicaban Marina y María José, aunque su obligación era llevar a la casa comunal a los comerciantes que no tenían un permiso. Las jóvenes vendían hamburguesas y ensaladas de fruta en el balneario, de Montañita por eso la fiscal Coloma -durante el juicio- aseguró que Ponce Mina no era un desconocido para las víctimas.
Los imputados, guardan prisión en Guayaquil, solo estuvieron los dos últimos días y no se inmutaron ni cuando se dictó la máxima sentencia. Solo una vez se vio una expresión diferente en la cara de ‘El Rojo’ cuando una hermana de Marina les pidió a los acusados que la miraran, él levantó la mano y con una media sonrisa le dijo hola. (I)