Maruja Aguilar aún no comprende por qué su hija, Mariana Salazar, de 58 años, murió con un cuchillo incrustado en su garganta. El hecho ocurrió el domingo 12 de febrero, en la parroquia de Tumbaco, ubicada a una hora de Quito.

Una y otra vez plantea conjeturas sobre el hecho, pero ninguno le da una respuesta, ni alivia su dolor. Se distrae cuando un niño se acerca al bar de la escuela, sitio donde trabaja desde hace 30 años, y le pide que le venda golosinas.

Maruja señala que hace un año, su hija se mudó a la casa donde falleció. Ella tenía problemas económicos y trataba de solventarlos con la venta de almuerzos en una institución educativa. “Nunca tuvo problemas con nadie, rentaba la casa, sus cuatro hijos la visitaban con frecuencia”.

Mariana era divorciada, madre de cuatro vástagos y abuela de cinco nietos. Precisamente Joel, de 12 años, el mayor de todos, que se dirigía a sus clases de catecismo,  fue quien la encontró en el piso de la sala y dio aviso a las autoridades.

Llamada a Venezuela

De los resultados del análisis de su celular, se evidenció que Mariana llamó a las 09:30 a uno de sus hermanos que vive en Venezuela. Entre las 10:00 y 11:00 realizó otra llamada a una amiga.

Según Santiago Aguilar, hermano de la víctima, el asesinato ocurrió al mediodía. Narra que  Joel llamó por varios minutos a su ‘Mamina’, nombre con el cual trataban a Mariana,  al ver que no respondía cruzó la cerca y observó que la puerta de la casa estaba abierta. “Joel encontró a mi hermana tendida en el suelo con el cuchillo en su garganta. Llamó a la Policía, que en menos de 15 minuto llegó a la escena del crimen”.

Aguilar indicó que hasta el momento desconocen el motivo de la muerte de su hermana, esperan que el o los responsables sean capturados por la justicia. “Necesitamos respuestas de la autoridad policial, pues mi hermana murió de forma violenta. Lo que nos parece extraño es que si esto fue un intento de robo, el ladrón no sustrajo nada de la vivienda”.

Moradores del sector señalan que Mariana les recomendaba medicamentos o inyectaba, porque trabajó de enfermera en un hospital privado, en Ibarra.

Carmen Burbano, vecina de la fallecida, dijo que la noticia causó conmoción en el barrio La Morita, en Tumbaco, puesto que a Mariana todos la conocían y nunca tuvo problemas con algún morador del sector. Los familiares la sepultaron el martes último.

La Dinased investiga el caso

Un agente de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida y Muertes Violentas (Dinased), que guardó su identidad, señaló que posiblemente el móvil del crimen sería el robo a su vivienda, sin embargo la investigación determinará a los responsables.

En los primeros 44 días del año, la Dinased registró 14 muertes violentas en Quito, de las cuales nueve fueron resueltas.

Fausto Íñiguez, jefe del Distrito de Tumbaco, señaló que el sector se enfrenta continuamente con la delincuencia, en la semana se llegan a atender hasta 10 casos por robos a viviendas, a personas,  vehículos, entre otros.  (I)