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El “Estrangulador de Boston” mataba para saciar sed de sexo
Era la década de los 60. Elvis Presley estaba en la cima de su carrera. En ese entonces el “Rey del Rock and Roll” conquistaba Estados Unidos con su inconfundible estilo de bailar y su cabellera impecable, y en Inglaterra brillaban los Beatles. El cuarteto de Liverpool era sensación con su música y sus elegantes trajes. Era la época del estrangulador.
Mientras la Guerra de Vietnam y la “Beatlemanía” eran noticia todos los días, los ciudadanos de Boston, al noreste de EE.UU., vivían convulsionados por un asunto local: una serie de muertes, sucedidas entre 1962 y 1964. La Policía no daba con el causante de los escalofriantes asesinatos.
Mujeres de diversas condiciones y estratos sociales eran encontradas estranguladas, con señales de haber sido violadas en continuas ocasiones. No había un patrón en las muertes. Las edades de las víctimas variaba de 19 a 85 años.
Un asesino conflictivo
El culpable de las muertes no era otro que Albert DeSalvo, un exmilitar que había tenido una niñez conflictiva, debido a un padre abusivo y alcohólico. Él había nacido un 3 de septiembre de 1931, en Chelsea, Massachusetts.
Era la época de la “Gran Depresión”. Su padre, Frank, maltrataba a su esposa, Charlotte, delante de sus hijos. Debido a la crisis, a sus 9 años Albert fue vendido como esclavo, junto con su hermana, a un agricultor por 9 dólares.
Los hermanos DeSalvo regresaron a casa cuando Albert tenía 12 años. En aquellos días, Frank enseñó a su hijo a robar. Así, en noviembre de 1943, él fue arrestado por primera vez. Fue puesto en libertad en diciembre del año siguiente. Tras una adolescencia conflictiva, ingresó al Ejército estadounidense, del cual fue dado de alta con honores.
Su primera víctima
Una mujer de 55 años, Anna Slesers, fue la primera víctima de DeSalvo. Ella fue encontrada por su hijo, estrangulada con el cordón de su bata. Tras la revisión de los peritos, se determinó que la mujer había sido violada en reiteradas ocasiones. Corría junio de 1962.
Un mes después apareció otra persona asesinada en condiciones parecidas. Era Nina Nichols, de 68 años, quien luego de haber sido ultrajada sexualmente fue ahorcada con sus medias.
Cuando parecía que las víctimas del ya llamado “Estrangulador de Boston” eran mujeres de más de 50 años, empezaron a aparecer víctimas de 20 años en promedio.
El clarividente Hurkos
Cuando el número de estranguladas era de 11 y sin mayores pistas, las autoridades contactaron al clarividente holandés Peter Hurkos, quien tenía fama de ser efectivo en este tipo de casos.
Hurkos dio pistas de cómo podría ser el asesino y así lo describió como “una persona de 160 libras, 1.70 metros de altura, nariz aguileña, fetichista obsesionado con los zapatos, cicatriz en el brazo izquierdo y un dedo de la mano deformado”.
Pese a esto, la Policía no daba con el asesino. En 1964, DeSalvo ya había cobrado su víctima número 13 y las mujeres de la localidad estaban aterradas. El caso ya era conocido a nivel nacional.
Llegó la captura
Habían pasado más de seis meses desde que fuera encontrada la última víctima (enero de 1964). Todo apuntaba a que el estrangulador había desaparecido de la escena. En octubre de 1964, DeSalvo entró a la casa de una mujer en East Cambridge haciéndose pasar por un trabajador de mantenimiento. Amarró a su víctima a la cama y la violó. Pero en esta ocasión no hubo asesinato, lo cual es una interrogante hasta la fecha, ya que el hombre simplemente se fue.
Días después, DeSalvo se hizo pasar por un automovilista con un problema en su vehículo e intentó entrar en una casa en Bridgeater, Massachusetts. El dueño del inmueble vio la actitud sospechosa del desconocido y le disparó.
De esta manera DeSalvo cayó en prisión. Y ese año, en 1967, después de haber confesado 13 crímenes, fue sentenciado a cadena perpetua (por el delito de atraco a mano armada y asalto sexual), la que cumpliría en la prisión conocida como Walpole.
Pero su estadía en la cárcel no duraría más allá de 6 años, ya que el 25 de noviembre de 1973 fue asesinado a puñaladas en la enfermería del centro carcelario. Nadie fue culpado por la muerte de DeSalvo.
De la vida del “Estrangulador de Boston” se han hecho dos películas (en 1968 y 2008), la primera de estas protagonizada por la estrella de Hollywood, Tony Curtis.
Su último crimen, aclarado recién hace dos semanas
Los investigadores han resuelto las dudas sobre el último crimen atribuido a Albert DeSalvo gracias a lo último en tecnología de ADN y a que siguieron durante un tiempo a un sobrino del sospechoso y obtuvieron muestras de ADN de una botella que tiró en la calle.
Los peritos, que informaron de los detalles el pasado 11 de julio, consiguieron determinar con casi total certeza que las muestras de ADN recogidas de los restos de la escena del asesinato de Mary Sullivan, que tenía 19 años cuando fue asesinada, en 1964, son las de DeSalvo.
Desde hace años, ante las pocas pruebas, había dudas sobre la autoría del último asesinato atribuido a DeSalvo.
Las autoridades judiciales ahora quieren exhumar el cadáver del “Estrangulador de Boston” para despejar finalmente las dudas.