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Discutir una nueva estructura curricular para la formación de las y los abogados

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Hace varios años, la(s) comunidad(es) académica-jurídica  discutía la necesidad de que las escuelas de derecho de las universidades puedan  definir una malla curricular básica que contribuya a una formación elemental para los profesionales de esta materia, incluso se pensaba en una malla común como respuesta a la dispersión de la enseñanza para las y los nuevos abogados (as) y por las dificultades que afrontaban aquellos estudiantes que debían cambiarse de institución universitaria y se encontraban con programaciones curriculares demasiado variadas, incluso hasta contrapuestas en ciertos casos de asignaturas.

En la actualidad debatir una nueva estructura curricular implica pensar en varias unidades que organicen y ordenen una integración curricular para proyectar al estudiante hacia una mejor articulación de los campos de formación teórico, profesional, investigativo y de titulación. Una deficiencia evidente de la programación curricular existente en las IES (instituciones de educación superior) era la falta de vinculación y armonización que existía entre esos niveles y su tendencia a priorizar desigualmente uno de ellos. Un enfoque indispensable está en asumir que se debe establecer diferentes momentos que ordenen y organicen el aprendizaje hacia una integración básica y profesional que comprende los procesos introductorios para el aprendizaje de las ciencias y disciplinas que fundamentan la carrera, sus metodologías y lo que representaría la contextualización de los ámbitos profesionales, lo cual debe estar acompañado del conocimiento comprensivo y razonado sobre el campo de estudio y las áreas de actuación. Si no logramos la complementariedad entre esos niveles, no podremos después impartir las asignaturas que ofrezcan una validación académica de los conocimientos y desempeños adquiridos hacia la resolución de problemas que exige esta profesión. Este enfoque podría permitir la superación de aquel basado en el estudio de la ley por la ley, incluso hasta rebasar el enfoque de introducir asignaturas que agrupen instituciones jurídicas. Antes queríamos que con el simple estudio de una norma, el estudiante se encuentre en capacidad de demostrar la vinculación entre los desafíos de un problema social y el carácter social de la profesión, sin haber desarrollado la necesaria contextualización y objeto de la profesión, lo cual tenía que ser debidamente sustentado en su trabajo de investigación o tesis, ni tampoco haber garantizado las trayectorias e itinerarios educativos suficientes para la integración de las teorías correspondientes con la práctica preprofesional.

Por ello, la estructura curricular debe responder al perfil del profesional y al planteamiento de las interrogantes sobre qué es capaz de resolver el estudiante al momento de la culminación de sus estudios; este es un punto fundamental que permitiría otras alternativas para que las condiciones de egresamiento y de inserción laboral, donde se entendería que el estudiante ya cumplió y desarrolló procesos de contextualización del o los objetos de estudio de la profesión, en cuanto a  ciencias tratadas, problemas existentes, posibles tensiones, diferentes métodos, lenguajes utilizados y procedimientos aplicados.

Es indispensable reconocer que detrás del conocimiento  se deben impulsar procesos de distinción, observación y organización para su acceso que incluyan otras dinámicas de aprendizaje que van configurando el ordenamiento curricular. La desintegración del aprendizaje en las variadas asignaturas, cursos o sus equivalentes, sin una organización curricular que pueda replantear los sentidos y los campos de articulación del conocimiento es un elemento por tener en cuenta para hablar de los tres momentos de la nueva estructura curricular: básica, profesional y de titulación. ¿Qué otros elementos pueden contribuir a la diversificación de la estructura curricular? ¿Están las facultades discutiendo cómo deberían ser los nuevos diseños curriculares? ¿Hacia qué perspectivas podríamos reorganizar los aprendizajes de la carrera? ¿Cómo dinamizar la investigación para los nuevos aprendizajes?

Si debemos asumir la discusión desde distintos modelos de aprendizaje, ¿cuáles son los modelos que están discutiendo y propondrían las universidades para esta carrera?

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