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El exmilitar fue sentenciado a cadena perpetua sin libertad condicional
Dennis Nilsen utilizó 15 corbatas para estrangularlos
La planta baja de la casa número 195 de la avenida Melrose, en Londres, guardaba un terrible secreto. Ahí se respiraba un olor a muerte. Quince personas fueron estranguladas, ahogadas, desmembradas, una incinerada y otras ocultas en armarios y debajo del piso. Un hombre de origen noruego y escocés era el responsable de ese macabro escenario, Dennis Nilsen Whyte, funcionario de una agencia británica de empleos.
Seis meses después de concluida la Segunda Guerra Mundial, durante el otoño, en el puerto de Franserburgh, Aberdeenshire, Escocia, un 23 de noviembre de 1945 la escocesa Betty Whyte trajo al mundo a Dennis, hijo de Olaf Magnus Nilsen, un soldado noruego.
La pareja se casó, pero nunca formó un hogar y Betty siguió viviendo con sus tres hijos, dos varones y una mujer, en casa de sus padres, Andrew y Lily Whyte. Olaf se entregó al alcohol y rara vez visitaba a sus hijos. El matrimonio terminó en divorcio.
Dennis pasó su infancia en un ambiente de un rígido fundamentalismo religioso que lo convirtieron en retraído, hosco y solitario, no dejaba que nadie se le acercara, excepto su abuelo Andrew, quien lo trató con disciplina y cariño; para él era su héroe porque siempre le narraba cuentos sobre las olas del mar, lo llevaba en sus hombros a dar largos paseos por la playa y volvían a casa cuando se dormía en sus brazos.
Esos paseos terminaron cuando su abuelo falleció en 1951 de un ataque al corazón en el mar. A Dennis, que en ese momento tenía 6 años de edad, no le avisaron del fallecimiento de su héroe. Su imprudente madre lo llevó hasta el comedor de la vivienda a ver su cadáver. Esto lo impresionó, quería estar muerto.
Durante sus años en el colegio no tuvo amigos ni relaciones de ninguna clase. En la escuela Strichen se mantenía alejado de los demás. Ya en su adolescencia desarrolló su atracción por los chicos, se enamoró de algunos compañeros, pero no se les acercaba.
Sirvió en el Ejército
Dejó los estudios y a los 15 años se enlistó en el Ejército. pasó los tres primeros años en Aldershot como soldado entrenador. Para él fueron los tres años más felices de su vida. De ahí pasó a servir en Osnabruk, Alemania, Noruega, Aden, Oriente Medio; Berlín y Escocia. A los 27 años finalizó su carrera militar con una condecoración.
En 1972 se incorporó a la escuela metropolitana de Policía de Londres, donde laboró un año. Luego pasó a formar parte de la agencia de empleos de Charing Croos Road en la misma ciudad.
Era un trabajador meticuloso y por sus acciones se ganó el respeto de sus compañeros, pero se sentía solo y con frecuencia visitaba los bares de homosexuales. En uno de ellos, en 1975, conoció al joven David Gallichan, con quien se mudó al departamento con jardín en la calle Melrose 195. Dos años después lo dejó su pareja y lo dominó la desesperación y soledad.
Primera víctima
Con más frecuencia visitaba los bares alternativos para conocer a otros hombres. Era fin de año de 1978, Dennis pasó esa noche con un muchacho de 14 años, Stephen Dean Holmes, lo llevó a su departamento, bebieron y se quedaron dormidos, al día siguiente Nilsen se levantó, tenía miedo que cuando se levante el joven se marche, por eso aprovechó que estaba dormido para coger una de sus corbatas y lo estranguló, quiso defenderse, pero quedó inconsciente. Luego trajo un cubo con agua y lo ahogó. Después llevó el cuerpo a la bañera para limpiarlo, lo secó y vistió con un calzoncillo y calcetines. Durante un tiempo se acostó en la cama abrazado al cadáver, luego lo enterró en el piso de la casa.
El cuerpo permaneció ocho meses bajo el departamento. Posteriormente lo desenterró, le tomó varias fotografías, e incineró en el jardín. No pasó mucho tiempo para que Nilsen volviera al bar de homosexuales y consiguiera una pareja, en esta ocasión fue un turista canadiense, Kenneth Ockendon, con quien recorrió Londres, comió y bebió. Después fueron a Melrose, donde no saldría con vida. Esta vez lo estranguló con el cable de sus auriculares, lo llevó al baño, para lavarlo y secarlo, después lo colocó en la cama y durmió a su lado. El turista fue buscado por la Policía.
Durante los siguientes 20 meses, al departamento de Nilsen llegaron más de 10 hombres, pero nunca salieron. El asesinato se había convertido en un placer, en un hábito para él.
Entre su víctimas se mencionan a Martyn Duffey, de 17 años; la desaparición de William Billy Shuterland, de 27, no pasó desapercibida su madre puso la denuncia; Malcolm Barlow, de 24, era un indigente enfermó que se convirtió en la última persona en morir en ese inmueble.
Más muertos en nueva casa
Nielsen tuvo que encender una hoguera más en el jardín de Melrose, antes de mudarse en 1981 a su nuevo departamento número 23 de Cranley Gardens, barrio Muswell Hill, donde empezaría una nueva vida.
Varios encuentros sexuales vivió con otros hombres en su nuevo hogar aún no empañado de sangre. Pero llegó el día y volvió a estrangular a otra persona. Su primera víctima en ese lugar fue John Howlett, un joven a quien lo conoció en un bar gay. Lo estranguló con una correa.
A Graham Allen lo envenenó con una tortilla, luego lo descuartizó y los pedazos los arrojó al inodoro. Esto tapó el desagüe y el fontanero al revisar la cañería se encontró con los restos humanos, y un vecino llamó a la Policía.
El 26 de enero de 1983 Nilsen conoció y llevó a su casa a Stephen Sinclair, un joven adicto a las drogas, a quien estranguló con su última corbata y luego descuartizó. Los restos hallados en la cañería fueron analizados y la indagación llevó a la Policía hasta el ático de Nilsen, donde hallaron el resto de los cadáveres mostrados por el exmilitar.
Cuando lo llevaban en la patrulla empezó a confesar sus crímenes, como si se sacara un peso de encima. En febrero de 1983 fue detenido y durante el juicio se declaró culpable. El juez lo sentenció a cadena perpetua por 6 asesinatos, que pudieron ser probados. (I)