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Conductor abandona carro con 300 paquetes de droga
Una piscina inflada a mitad de la calle y niños jugando carnaval obligaron a un individuo a detener la marcha del carro Chevrolet Rodeo, color blanco, que conducía a velocidad tratando de huir de la Policía.
En el vehículo, el ciudadano llevaba de carga 11 maletas negras de nailon y un saco de yute con 300 paquetes, tipo ladrillo, con una sustancia, aparentemente, de clorhidrato de cocaína. En cada una de las valijas había 25 paquetes. El peso preliminar de la droga era de más de 342 kilos.
La persecución se ejecutó, la tarde del lunes, por agentes de la Unidad de Inteligencia de Antinarcóticos (UIAN) y elementos del Grupo Especial Móvil de Antinarcóticos (GEMA).
Un uniformado relató que el operativo se inició después que vieron salir al ciudadano de un taller mecánico ubicado en la avenida 25 de Julio, cerca del Puerto Marítimo, en el sur de Guayaquil. Se conocía que en el sitio se acopiaba estupefaciente.
Detrás del conductor salieron otros dos hombres, en un Kia Sportage también de color blanco.
Los primeros detenidos fueron los del último automotor, se hallaron dos armas de fuego y dinero. Uno de los ocupantes es el presunto líder de la organización que coordinaba y supervisaba todos los movimientos, quien era acompañado de un primo.
Posteriormente, fue detenido el que conducía el carro con la droga, quien en su intento por huir dio vueltas en U, invadió carriles, se subió a los parterres, hasta que ingresó por un angosto callejón, del que no pudo salir, en la cooperativa Los Jardines, cerca de Fertisa. Aquí vio la piscina y decidió bajarse y abandonar el carro, pero tres cuadras más adelante fue apresado.
También fue capturado el trabajador de la mecánica, quien habría ayudado a guardar y cargar la ilegal mercadería.
“Hace un mes estábamos tras la pista de esta organización narcodelictiva que pretendía enviar la droga a través del Puerto Marítimo o por el aeropuerto de Guayaquil”, manifestó un agente.
La fuente indicó que se allanó la vivienda del supuesto cabecilla, situada en Sauces (en el norte de Guayaquil) y ahí se hallaron dos camionetas adecuadas con compartimientos ocultos, presuntamente utilizados para transportar estupefacientes o dinero.