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Asesino serial murió de cáncer el 30 de septiembre de 2011
Condenado a una cadena perpetua por cada víctima
Clifford Olson, quien desde su niñez se perfiló como un abusador, ya que molestaba constantemente a sus compañeros, terminó convertido en un asesino de niños y adolescentes, que confesó 11 crímenes cometidos entre 1980 y 1981, en Canadá.
Olson nació el 1 de enero de 1940, en la ciudad de Vancouver, Canadá. Desde los 10 años comenzó su carrera criminal y ya en su adolescencia cometió robos a mano armada, hurto de autos, entre otros delitos.
A los 17 años empezó a pagar condenas por infracciones menores, y estuvo recluido en la Penitenciaría de British Columbia, en 1974. Allí su estadía fue muy complicada porque se enemistó con el resto de convictos por abusar físicamente de los más jóvenes, incluso abusó sexualmente de otro convicto de menor edad.
Aprovechó su estadía para estudiar leyes y enviar cartas al Estado quejándose del mal servicio y de las instalaciones de la prisión, por ello se ganó también el desprecio de los guardias, a quienes al principio les servía de ‘soplón’.
Por esos motivos era atacado constantemente por los otros reos y celadores. Fue cambiado a varios centros de internamiento para evitar tales agresiones, pero en 1976, en la penitenciaría de Prince Albert, en Saskatchewan, fue apuñalado.
Durante las mudanzas conoció al asesino de niños Gary Francis Marcoux, quien estaba preso por violar y asesinar brutalmente a una joven. Desde ahí desarrolló un apetito por la pornografía infantil. Quienes estudiaron su comportamiento concluyeron que en ese momento pudo surgir su deseo homicida y de abusador sexual que luego lo llevó a quitar muchas vidas.
Luego fue trasladado a la Super Máxima Unidad, considerada la prisión más segura del país.
Nuevos crímenes y desapariciones
Ni bien recuperó su libertad asaltó a una niña de 7 años, en Nova Scotia, volvió a ser detenido y con ese ritmo pasó varios años de su vida.
En 1978 partió de British Columbia para pasar una temporada en Marítimas. En ese tiempo era buscado por pornografía infantil, pero no pudo ser arrestado por ese delito porque estaba nuevamente encarcelado por violación.
La desaparición de Christine Weller, una niña de 12 años que vivía en Surrey, no llamó mucho la atención de la Policía; sin embargo, un mes después encontraron su cadáver que había sido atacado sexualmente y mutilado.
Es a partir de este episodio que se registraron varios casos similares; uno de los que formó la lista de extraviados fue Darren Johnsrude, de 16 años, quien recién había llegado a Vancouver. El cuerpo fue encontrado con el cráneo partido.
Luego siguieron Collen Daignault, de 13 años; Sandra Wolfsteiner, de 16 años, y sucesivamente la Policía recibía denuncias sobre adolescentes desaparecidos, que no eran tomadas con seriedad.
Los investigadores recién armaron una lista de sospechosos, en la que incluyeron el nombre de Olson, cuando murieron 4 jóvenes en una semana, lo que con toda razón alarmó a la población.
Uno de estos casos se trató de Raymond King, de 15 años. Ocurrió en New Westminster, cuando Olson lo engañó con la promesa de un buen sueldo por un trabajo fácil, sin embargo tras llevarlo por la ruta 7, se desvió y tomó un camino rocoso para llegar al lago Weaver, le apedreó el cráneo y se deshizo del cadáver tirándolo por una colina.
Sigrun Arnd, una joven alemana que llegó a Canadá a visitar a un familiar, fue la siguiente víctima. Olson la recogió mientras hacía compras cerca de Vancouver; su cuerpo fue encontrado en Richmond.
Luego cometió el crimen contra Terri Lynn Carson, a quien Olson conoció cuando estaba celebrando haber conseguido un empleo de verano. Le brindó una bebida con narcóticos para entumecer el cuerpo y así se la llevó para asesinarla.
Otro caso que infundió pánico entre la ciudadanía fue la desaparición de Simon Partington, de 9 años, sucedida el 2 de julio de 1981. Eran las 10:30 cuando se esfumó el pequeño. Salió en su bicicleta con su cuaderno naranja y estaba vestido con pantalones vaqueros y una camiseta azul. El cuerpo mutilado del pequeño apareció en Richmond.
Curiosamente, Olson fue arrestado por manejar peligrosamente y por inducir a la delincuencia juvenil, pero entonces no se pudo demostrar que era un criminal sexual.
La detención
Durante los 3 meses que fue vigilado, viajó 20.000 km en 14 vehículos alquilados. Los agentes descubrieron que asaltó 2 residencias en Victoria y luego se dirigió a Nanaimo, un viejo pueblo minero de carbón.
El 12 de agosto de 1981 recogió a 2 chicas a las que intentó agredir, una de ellas gritó y en ese momento los agentes aprovecharon para entrar en acción y detenerlo.
Tras asegurarse de que las pasajeras estaban bien revisaron el vehículo y encontraron una libreta verde con la dirección y el nombre de una de las fallecidas de su historial, lo cual fue evidencia suficiente para acusarlo del asesinato.
Asombrosamente, Olson tuvo la idea de cobrar $ 10.000 (por cada una de las víctimas) para dar la ubicación de los cuerpos de las 11 personas que confesó haber asesinado.
La Policía se negó a pagar al asesino, pero el abogado del distrito general de Canadá aceptó crear un fideicomiso para el hijo de Olson y su esposa.
Olson aceptó y cumplió con su parte del trato, al final de toda la negociación se le pagó lo convenido y se estima que $ 100.000 fueron asignados para su esposa e hijo.
A lo largo de su vida fue detenido en 90 ocasiones por delitos como violación y fraude hasta que finalmente, en enero de 1982, fue condenado a 11 cadenas perpetuas por el asesinato de 11 niños y adolescentes.
El asesino fue enviado a la prisión especial de máxima seguridad de Sainte-Anne-des-Plaines, en Quebec, que alberga a muchos de los criminales más peligrosos del país. En 1997 se le negó la libertad condicional, lo que volvió a ocurrir en 2006 y en 2010.
Olson murió por cáncer terminal el 30 de septiembre de 2011, en un hospital de Laval en Quebec, a los 71 años de edad. Luego de ello el gobierno tomó medidas para terminar con los pagos a la familia de Olson, porque los calificó de “indignantes” y “ofensivos”. (I)