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Con un bosque se honra a víctimas del MH17
Tres años después del accidente del vuelo MH17 en cielo ucraniano, cerca de 2.000 familiares rindieron homenaje a las 298 víctimas ayer en Holanda, durante la inauguración de un “bosque del recuerdo”, monumento oficial en su memoria.
Formando un “lazo verde”, 298 árboles fueron plantados en homenaje a cada una de las víctimas, entre ellas 196 holandeses, que murieron después de que el Boeing 777 de Malaysia Airlines fuera abatido por un misil en el este de Ucrania, en guerra.
El monumento fue inaugurado en presencia del rey Guillermo Alejandro y de la reina Máxima de Holanda y del primer ministro, Mark Rutte, en el parque de Vijfhuizen, cercano al aeropuerto de Ámsterdam-Schiphol, de donde despegó el 17 de julio de 2014 el avión con destino a Kuala Lumpur.
“Hoy hace tres años que el MH17 fue abatido en pleno vuelo”, declaró Evert van Zijtveld, presidente de la asociación de familias de las víctimas, al comienzo de la ceremonia. “Pero para nosotros, fue ayer. Ese día (...) dejó un vacío en nuestras vidas. Hay un antes y un después del 17 de julio de 2014”, continuó.
“Las víctimas no pueden ser jamás olvidadas”, añadió. “Este monumento nacional MH17 es para ahora, pero también para las generaciones futuras”, sentenció.
Los nombres de los pasajeros y miembros de la tripulación de 10 nacionalidades diferentes fueron leídos con emoción por sus familias y amigos venidos de Holanda, pero también de Australia, Malasia, Reino Unido, Alemania e Indonesia. El rey y la reina depositaron las primeras flores en el monumento al finalizar la ceremonia.
Cada uno con el nombre de una víctima, estos 298 árboles “mantienen viva la memoria de las personas fallecidas”, indicó la fundación. Este “lazo verde (...) une y sirve como oasis de reflexión, consuelo y esperanza”.
El proyecto, financiado con donaciones y concebido por el artista Ronald A. Westerhuis y el arquitecto paisajista Robbert de Koning, fue seleccionado en noviembre de 2015 por el 60% de las familias entre tres propuestas.
Al alba de este tercer aniversario, los presuntos autores no han sido aún detenidos, pero las autoridades holandesas anunciaron que este mes se iniciará un juicio por la catástrofe en Holanda.
El equipo de investigación conjunto (JIT) concluyó que el aparato fue alcanzado por un misil de tipo BUK fabricado en Rusia y lanzado desde una zona de combate controlada por los rebeldes prorrusos. Un centenar de personas que “han jugado un papel activo en el drama” fueron identificadas por los investigadores.
En Kiev, el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, afirmó este lunes que Rusia deberá “responder” por la destrucción del avión del vuelo MH17.
“Fue un crimen flagrante que podría haberse evitado si no hubiera habido una agresión rusa, equipamiento ruso y misiles rusos dirigidos desde el territorio ruso”, declaró Poroshenko en su cuenta de Facebook.
Pero las autoridades separatistas y Moscú desmienten cualquier responsabilidad y acusan al Ejército ucraniano.
El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, reprochó a Países Bajos la falta de transparencia en la investigación. “No sé en qué documentos concretos y en qué hechos se basan sus conclusiones. Lo que ha trascendido a la prensa no responde a esas preguntas”, añadió.
Rusia calificó el informe de contradictorio y preconcebido, y afirmó que no hay pruebas concretas que confirmen la hipótesis de la comisión internacional.
Lavrov declaró que el grupo investigador hizo caso omiso de una importante información ofrecida por la parte rusa.
El consorcio ruso Almaz-Antey, fabricante del sistema antiaéreo Buk, declaró tras realizar experimentos que el Boeing malasio fue impactado por un misil 9M38, disparado desde la localidad Zaróschenskoye controlada por las fuerzas de Kiev. Holanda no solicitó a especialistas rusos asistencia con datos de radar sobre MH17.
Los familiares exigen resultados concretos y que los responsables sean llevados ante la justicia. En este aniversario “no solo se trata de tristeza, duelo y recuerdo. También queremos justicia”, señala Sander van Luik, quien perdió a su hermano en el accidente, citado por el diario De Telegraaf.
El monumento, en medio del bosque de 11 variedades diferentes y que cambian en cada estación, es un ojo que mira hacia el cielo.
La ceja que bordea el iris, pared de acero de 16 metros de largo y cuatro metros de alto, representa “el peso de la pérdida”, según el periódico de referencia holandés Trouw. El muro de acero debería, con el transcurso del tiempo, oxidarse, símbolo de la evolución lenta de la pena.
Por su parte, los nombres de las 298 víctimas están grabados en la pupila del ojo de acero inoxidable. (I)