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Cinco jóvenes siguen detenidos, pero aún no hay responsables
Entre la noche del 19 de febrero y la madrugada del 20, Karina Del Pozo se reunió con cinco amigos en un departamento. Bebieron y fumaron marihuana.
Cerca de las 02:00, los seis jóvenes se subieron en una camioneta para ir a casa, dos de ellos así lo hicieron, pero Karina se quedó en el vehículo con tres jóvenes. A partir de esa hora, los detalles de lo que sucedió con ella aún no están claros.
Según las versiones de los tres amigos de la víctima, ahora detenidos para investigaciones, Karina fue llevada hasta la quebrada de Llano Chico, al norte de Quito, en donde habría sido abusada sexualmente, estrangulada y golpeada con una piedra. Su cuerpo fue escondido entre unos matorrales y siete días después de su desaparición, policías de la Unidad Anti Secuestros y Extorsión (Unase) halló su cuerpo.
Hasta el momento no se han podido establecer responsabilidades específicas entre los detenidos, pues las versiones se contradicen. Entre la evidencia recogida están el vehículo en el que se transportaban la madrugada del 20 de febrero, de donde se tomaron muestras de sangre del volante, el tablero y las moquetas. La ropa de dos de los tres jóvenes también habrían dado positivo en pruebas de luminol.
La Fiscalía también recuperó una botella de licor que será examinada para determinar si fue la que los jóvenes utilizaron para lavarse las manos luego del crimen -como relataron- y una memoria de celular que, según los abogados, pertenecería al teléfono de la víctima.
Esta semana se harían públicos los resultados del examen de ADN que, según los abogados, señalarán a los responsables del asesinato de la joven modelo.